CARACAS.- Subiéndole el tono a un tenso conflicto que ha hecho reducir la producción de crudo venezolano, las mayores organizaciones empresariales y sindicales del país decidieron hoy declarar una huelga general indefinida.
Varios miles de personas se aglomeraron en los alrededores de uno de los edificios administrativos de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), ubicado en el este de Caracas, para protestar contra el Gobierno y pedir la salida del Primer Mandatario, Hugo Chávez.
Manifestaciones similares se registraron en varias ciudades del país donde grupos opositores salieron a las calles con banderas nacionales y batiendo cacerolas.
De forma simultánea, a las 21:00 horas (01:00 horas GMT), se dio un estruendoso cacerolazo en varias zonas de la capital venezolana y otras ciudades del país, en rechazo al Gobierno.
Antes, el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, señaló que se resolvió extender la protesta debido a que el Gobierno de Chávez no ha atendido sus demandas sobre los despidos realizados en la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
El presidente de la Federación de Cámaras de Venezuela (Fedecámaras), Pedro Carmona, declaró que "la falta de solución a los problemas fundamentales" obligaron a extender las protestas.
"No hay señales contundentes para resolver esta crisis", dijo Carmona al explicar las razones que llevaron a la CTV y Fedecámaras a extender el paro.
El anuncio seguramente irritará más al Gobierno de Chávez, que sostiene que existe una conspiración para derrocar al Mandatario.
El Gobierno del Presidente Hugo Chávez fue sacudido hoy por un segundo día de paralización sindical y empresarial.
Además, se registraron enfrentamientos callejeros entre simpatizantes del Gobierno y opositores en el este de Caracas, mientras que otros dos altos oficiales del Ejército se sublevaron.
Carmona instó a los empresarios y la población a mantenerse firmes porque el país está en una "fase decisiva para el desenlace a una solución de esta crisis".
A las protestas en Caracas se sumaron varias decenas de estudiantes, quienes salieron a las calles a lanzar piedras contra los transeúntes y vehículos.
La policía municipal debió intervenir para separar a los bandos y contener a los estudiantes.
Disturbios parecidos se dieron en las ciudades de Maracaibo, Maracay, Mérida, Puerto La Cruz, y en la isla caribeña de Margarita, donde los cuerpos policiales salieron a las calles para restablecer el orden público.
El vicepresidente Diosdado Cabello insistió que en el país hay "tensa calma" debido al paro general y las protestas callejeras.
"El Gobierno ha dado instrucciones para evitar algún tipo de confrontación", indicó Cabello al referirse a los disturbios.
El ministro del Interior, Ramón Rodríguez Chacín, acusó a los dirigentes de Fedecámaras, la CTV y el partido opositor Acción Democrática de promover un plan para desestabilizar del Gobierno.
Carmona denunció que el Gobierno estaría considerando la declaración de un estado de excepción para contener las protestas de la oposición en respaldo a los trabajadores de PDVSA.
Ortega declaró que de imponerse el estado de excepción, que podría implicar la suspensión de algunas garantías constitucionales, las organizaciones empresariales y sindicales irían a una huelga general indefinida.
Cabello negó que el Presidente Chávez vaya a decretar un estado de excepción o cualquier medida extraordinaria contemplada en la Carta Magna, y dijo que "están las leyes venezolanas y nuestra constitución que están bien claras y especifican cuál es el rol del Estado y el rol del Gobierno".
En la jornada del martes, por lo menos 18 personas resultaron heridas en los disturbios que se registraron entre opositores y simpatizantes del Gobierno en las principales calles de Caracas y los alrededores del Congreso.
