El empresario y presidente de Fedecamaras, Pedro Carmona, liderará el Gobierno provisional en Venezuela.
CARACAS.- La Junta de Gobierno que será instaurada en Venezuela, tras la renuncia de Hugo Chávez a la Presidencia, estará presidida por el líder empresarial Pedro Carmona, quien dijo el viernes que su objetivo será conducir al país hacia la celebración de "elecciones libres".
Carmona anunció que Chávez permanecerá "en custodia" de la FAN mientras se determine su responsabilidad hacia el país durante sus tres años de gestión y por los disturbios violentos del jueves en Caracas, que se saldaron con al menos 10 muertos y 100 heridos.
"Se ha decidido ... que se conforme entonces en lo inmediato un gobierno de transición que, por el consenso de fuerzas, tanto en la sociedad civil venezolana como también en el estamento castrense en las fuerzas armadas, se me ha pedido que encabece", dijo el empresario de 60 años.
Carmona, quien tiene el apoyo de los militares, anunció que habrá elecciones libres y que Chávez permanecerá "en custodia".
Agregó: "El día de mañana se instalará formalmente el nuevo gobierno transitorio que tengo la encomienda honrosa de presidir" para "conducir al país por un derrotero de unas elecciones libres".
El empresario recalcó que entre las primeras medidas de su gobierno estaría además la restitución del nombre de la nación, que volverá a llamarse República de Venezuela. "Unas de las primeras medidas va a ser la restitución del nombre República de Venezuela, eso sí lo puedo garantizar", destacó a la prensa local.
Advirtió también que todos los que fueron destituidos tanto de la Fuerza Armada Nacional, como de la emblemática estatal venezolana Petróleos de Venezuela, tendrían la oportunidad de regresar a sus cargos con el honor que se merecen.
Pedro Carmona es el presidente de la mayor organización empresarial del país, Fedecámaras, y encabezó una huelga general de tres días que fue determinante para desencadenar la salida de Chávez de la presidencia.
La renuncia de Chávez
El teniente coronel retirado, quien se encuentra en un cuartel de la capital venezolana, renunció el viernes en la madrugada a la presidencia de Venezuela.
"Presento ante el país mi renuncia irrevocable al cargo de presidente de la República, que hasta el día de hoy 12 de abril de 2002 he detentado", dijo Chávez en una carta leída en la emisora Unión Radio.
"Remuevo al ciudadano vicepresidente ejecutivo de la República, Diosdado Cabello, y todos los ministros que conforman el gabinete Ejecutivo", agregó el ex paracaidista, de 47 años.
Minutos después de la renuncia de Chávez, un grupo de militares, civiles y representantes de la Iglesia Católica en Venezuela, reunidos en el fuerte militar Tiuna, designaron al gobierno de transición que se instaurará este viernes.
Asimismo, la jefatura de la Fuerza Armada Nacional (FAN) fue asumida por el general del Ejército Efraín Vásquez, según informó el oficial en declaraciones a televisiones y radios locales.
El ahora ex jefe de la Fuerza Armada Nacional (FAN), el general Lucas Rincón, hombre de confianza de Chávez, fue el encargado de anunciar la renuncia del ex presidente y de los miembros del Alto Mando Militar.
"Los miembros del Alto Mando Militar de la FAN de la República Bolivariana de Venezuela deploran los lamentables acontecimientos sucedidos en la ciudad capital en el día de ayer. Ante tales hechos, se le solicitó al señor presidente de la República la renuncia de su cargo, la cual aceptó", dijo.
"Los miembros del Alto Mando Militar ponemos a partir de este momento nuestros cargos a la orden, los cuales entregaremos a los oficiales que sean designados como las nuevas autoridades", agregó en su mensaje transmitido por radio y televisión.
Chávez cabizbajo
Minutos después de firmar la renuncia, Chávez fue trasladado desde el palacio de gobierno de Miraflores en un auto negro hacia el Fuerte Tiuna, ubicado en el sur de Caracas.
Los pocos seguidores de Chávez que permanecían en el lugar rodearon su vehículo y lo despidieron con aplausos y entonando el himno nacional. Los ministros de su gobierno y varios diputados oficialistas también fueron vistos abrazándose y abandonando el Palacio de Miraflores, sede del gobierno.
Imágenes de televisión mostraron a un Chávez cabizbajo, actitud que contrastó con su habitual altanería, a su llegada a la comandancia general del Ejército vestido con traje de campaña y su boina roja, símbolo de la "revolución" que decía comandar en Venezuela.
El ex Presidente fue recibido por representantes de la Iglesia Católica, con quienes durante su gestión mantuvo un enfrentamiento debido a las críticas eclesíasticas de que no había hecho nada para resolver la pobreza y la crisis económica que azota al país.
Vázquez indicó que Chávez seguirá en custodia "por los momentos" en el Fuerte Tiuna "hasta que se encuentre un sitio de reclusión más adecuado", entre los cuales no descartó una cárcel militar, y a la espera de que se celebre un eventual juicio.
El jefe de la FAN se reveló cuando se desató el jueves la violencia en Caracas, donde cientos de miles de opositores fueron atacados a balazos y piedrazos por francotiradores y simpatizantes de Chávez.
"Señor Presidente de la República le fui leal hasta el final. Hasta esta tarde le serví con toda la lealtad del caso que siempre le he manifestado porque soy un soldado disciplinado y leal, pero los muertos de hoy no se pueden tolerar", dijo en una conferencia de prensa desde la comandancia del Ejército, junto a otros generales.
"Esto no es un golpe de Estado, no es una insoburdinación, es una posición de solidaridad con todo el pueblo venezolano", agregó.
El pronunciamiento de Vásquez fue seguido por los jefes de la Armada, la Guardia Nacional y la Aviación, quienes condenaron la violencia.
El almirante Héctor Ramírez, cabeza de un grupo de 11 oficiales rebeldes, responsabilizó a Chávez de las muertes y dijo tener pruebas de que el ahora ex presidente mandó a reprimir la manifestación opositora con policías y militares.
El general de la Guardia Nacional, José Alberto Camacho Kairuz, calificó como un "atropello" y una "barbarie" los hechos violentos y dijo que fueron determinantes para exigir la dimisión del gobierno.
Informó que Chávez será puesto a la orden de la Fiscalía General de la República y se le aplicará la justicia ordinaria por "terribles delitos". Agregó que se practicarán allanamientos para ubicar a los responsables de los asesinatos y de los llamados "Círculos Bolivarianos" que apoyaban a Chávez.
Desde la madrugada del viernes, la policía y la guardia nacional realizaban allanamientos en viviendas de los sospechosos de haber disparado contra los manifestantes. La vivienda del Alcalde de Caracas, Freddy Bernal, un cercano seguidor de Chávez, fue allanada.
Calma en Venezuela
Venezuela estaba en calma en el amanecer del viernes y los alrededores del palacio presidencial estaban poco concurridos, después de que pocas horas antes fueron escenario de una batalla campal en la que las balas, las piedras y los palos se confundían con el humo blanco de los gases lacrimógenos.
El alcalde del área metropolitana de Caracas, Alfredo Peña, aseguró que "hay 10 muertos", pero las emisoras de televisión y de radio estimaban que las víctimas ascendían a 20 muertos y 100 heridos.
La caída de Chávez se produjo en el tercer día de una huelga general, cuando una manifestación, cuyo destino inicial era una de las oficinas administrativas de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) en apoyo a un conflicto entre empleados de la empresa y el gobierno, fue desviada hacia el palacio presidencial.
El conflicto de los trabajadores petroleros, que fue eldetonante que desató la huelga general, afectó en los últimos días los embarques de crudo de Venezuela, proveedor clave de combustibles a Estados Unidos.
Mientras los venezolanos esperaban la instauración de la junta de gobierno, había celebraciones aisladas en la capital, con caravanas de autos tocando sus bocinas y ondeando la tricolor bandera nacional y pequeños grupos que tocaban pitos y golpeabancacerolas en las calles.
"!Chávez asesino!, !Chávez asesino!", gritaba un grupo de manifestantes a las afueras de la base aérea militar de Caracas, en cuya pista de aterrizaje fueron apostados vehículos para evitar el despegue o aterrizaje de cualquier avión.