BUENOS AIRES.- El constante retiro de depósitos del famoso "corralito" financiero implantado en diciembre, al amparo de fallos judiciales cada vez más frecuentes, está sembrando la alarma en el gobierno del Presidente Eduardo Duhalde, que estudia medidas para impedirlo.
El portavoz presidencial Eduardo Amadeo declaró el lunes a la prensa que "se está estudiando una alternativa que frene esta locura, que está provocando un retiro absolutamente desordenado de los fondos".
El viceministro de Economía Jorge Todesca, por su parte, dijo que "esta semana habrá novedades en la puesta en marcha de un instrumento que permita una revisión previa de las decisiones judiciales, antes de que se produzca el retiro de los fondos".
"Los retiros en el sistema financiero se incrementaron y eso implica una mayor presión sobre el tipo de cambio. Estimamos que cerca del 40% de esos retiros tienen que ver con los recursos de amparo presentados contra el corralito", sostuvo Todesca.
Los depósitos que logran retirar los ahorristas se vuelcan generalmente a la compra de dólares, aumentan la cotización de la divisa norteamericana y se convierten en una presión inflacionaria.
Los jueces han recibido más de 100.000 recursos de amparo de ahorristas que reclaman sus fondos y que piden se declare la inconstitucionalidad del "corralito", implantado semanas antes de renunciar por el presidente Fernando de la Rúa y por su ministro de Economía Domingo Cavallo.
Salvo raras excepciones, los jueces resuelven favorablemente los recursos y en algunos casos han encabezado procedimientos en las sucursales bancarias, para obligar a sus autoridades a cumplir con el pago de los fondos.
El gobierno intentó obtener de la Corte Suprema de Justicia un fallo que frenara este drenaje. Pero el máximo tribunal, que enfrenta la perspectiva de un juicio político del Congreso por numerosas irregularidades, ha rehusado.
Según fuentes gubernamentales la mayoría de los nueve miembros de la Corte Suprema, designados por el ex presidente Carlos Menem y los más firmes candidatos a ser removidos, estarían utilizando el tema de los recursos como "carta de negociación" para frenar su juicio político.
El "corralito" ha provocado también desinteligencias dentro del gobierno, que en estos momentos está enfrascado en complicadas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para recibir asistencia financiera.
El FMI hizo saber que considera necesario el levantamiento del "corralito" en fecha relativamente próxima. El presidente del Banco Central, Mario Blejer, respaldó la opinión del Fondo y anunció recientemente que a partir de enero próximo los bancos podrán devolver libremente los depósitos.
Pero el ministro de economía Jorge Remes Lenicov se opuso, alegando que el sistema bancario argentino no está en condiciones de devolver los depósitos, medida que provocaría la quiebra de un número no precisado de bancos.
Blejer, antiguo funcionario del FMI, declaró el lunes que "no habrá marcha atrás en la resolución de devolver depósitos a partir de enero". Pero ahora aclaró que "la medida se va a concretar si mejora la situación macroeconómica y si el banco receptor decide llevarla a cabo con todos los depositantes".