CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II convocó para el 23 y 24 de abril próximos a los trece cardenales de Estados Unidos, con la intención de darles indicaciones para hacer frente a la preocupación suscitada entre los católicos de ese país por diversos escándalos sexuales.
La Santa Sede informó hoy que en ese encuentro participarán los cardenales estadounidenses y los Prefectos para las Congregaciones del Clero; cardenal Darío Castrillón Hoyos, para la Doctrina de la Fe; cardenal Josef Ratzinger; y para los Obispos, cardenal Giovanni Battista Re.
La nota del Vaticano señala que el objetivo de la reunión de esos dos días será "el examen de los problemas creados en la Iglesia de Estados Unidos tras los escándalos relacionados con la pederastia y la indicación de líneas maestras con objeto de dar de nuevo seguridad y serenidad a las familias y confianza al clero y a los fieles".
Juan Pablo II sale así al paso de la preocupación que en la comunidad católica estadounidense han despertado varios casos de sexo en los que se han visto implicados prelados y sacerdotes de ese país.
Los casos de relaciones sexuales que tienen como protagonistas a religiosos han salido a la luz pública en los últimos tiempos en diversos países, no sólo en Estados Unidos, sino también en Irlanda y Alemania.
En concreto, la Santa Sede anunció hoy que el Pontífice aceptó la renuncia del obispo auxiliar de Maguncia, Franziskus Eisenbach, que la presentó tras las denuncias de una mujer que le había acusado de abuso sexual.
Asimismo, el pasado 6 de abril el Papa aceptó la dimisión del obispo de Ferns (Irlanda), monseñor Brendan Oliver Comiskey, quien había admitido su incapacidad para evitar varios casos de pederastia en su diócesis.
En Estados Unidos el caso más llamativo de los varios que ha habido en los últimos tiempos ha sido el del obispo de Palm Beach, Anthony J. O'Connell, que presentó su renuncia -aceptada por el Papa el pasado 13 de marzo- tras admitir que había abusado de un seminarista, con la particularidad de que había sustituido a otro obispo, J. Keith Symons, que dimitió por el mismo motivo.
Juan Pablo II mostró recientemente su dolor por esos escándalos sexuales y encargó a la Congregación para la Doctrina de la Fe que se ocupe de los "graves delitos contra los sacramentos y contra la misión educativa de los sacerdotes hacia los jóvenes, entre ellos la pederastia".