LOS ANGELES.- Un ex trabajador de un hospital de Los Angeles, apodado como el "Angel de la Muerte" y que reconoció haber inyectado letalmente a seis pacientes ancianos, fue sentenciado este miércoles a cumplir seis términos consecutivos de cadena perpetua.
Efrén Saldívar, de 32 años y ex terapeuta de respiración del Centro Médico Adventista del suburbio de Glendale que en marzo había admitido su culpabilidad en un arreglo con la fiscalía para escapar a la pena de muerte, se disculpó ante las familias de las víctimas que se presentaron en el tribunal.
"Estoy profundamente avergonzado por el miedo, la frustración y el dolor que éstas y otras familias tuvieron que soportar", dijo Saldívar, de origen mexicano.
"Sé que no hay nada que pueda decir para tratar de apaciguar su ira o para reconfortarlos", agregó. "De todos modos quiero decir que lo siento y les pido que me disculpen, aunque no espero que así lo hagan".
Saldívar fue arrestado en 1998 y le dio a la policía una confesión detallada, en la cual dijo que a mediados de la década de 1990 inyectó en el hospital a 40 pacientes ancianos una sobredosis de la droga "Pavulon" para aliviar su dolor y adelantar sus muertes.
El Pavulon, que detiene la respiración de los pacientes, habitualmente se les da a los que luego van a ser puestos bajo respirador artificial. Luego Saldívar se retractó y dijo que había estado bajo una fuerte depresión, aunque finalmente aceptó su culpabilidad.
La sentencia de seis términos de cadena perpetua, dada por el juez del Tribunal Superior de Los Angeles Lance Ito, significa que nunca podrá salir de prisión.
Las autoridades, que durante la investigación exhumaron los cuerpos de 20 pacientes que murieron en ese hospital de Glendale, dijeron que no sabían cuánta gente había asesinado Saldivar.