GINEBRA.- El jefe de la diplomacia británica, Jack Straw, reafirmó hoy la necesidad de una fuerza internacional en Israel y los Territorios Ocupados y dijo que "los esfuerzos de EE.UU. y la comunidad internacional continuarán en ese sentido".
En declaraciones a los periodistas tras intervenir en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, reunida en Ginebra, Straw dijo no estar de acuerdo con que ha sido un fracaso la misión en la zona del secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell.
"Aplaudo sus esfuerzos, que han conseguido el comienzo de la retirada israelí, aunque ésta no sea tan rápida como la que desearíamos", señaló el político laborista.
En su discurso ante la Comisión, Straw opinó que "Israel debe retirar sus fuerzas ahora y cumplir plenamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y las exigencias del derecho internacional humanitario".
Straw reiteró, sin embargo, en sus declaraciones a la prensa, el derecho de Israel a defenderse de los atentados suicidas y dijo que los cientos de muertos y muchos más heridos que ésos han causado "han paralizado la política normal y en buena medida también la vida normal en Israel".
La respuesta israelí a esos actos terroristas debe ser, sin embargo, "proporcionada y acorde con el derecho internacional", explicó.
Straw reconoció que las pruebas "disponibles", proporcionadas por su propio agregado militar en la zona, hablan de "un uso desproporcionado y excesivo de la fuerza" por parte de Israel en el campo palestino de Jenin.
"La magnitud de esas pruebas es tal que Israel debería responder y sería mejor si lo hiciera ante una organización como el Comité Internacional de la Cruz Roja", señaló Straw.
El ministro reconoció, por otro lado, que el envío de una fuerza a Israel, como la propuesta, entre otros, por el secretario general de las Naciones Unidas, Colin Powell, necesita la autorización de Israel.
Preguntado cómo va la comunidad internacional a exigirle a Irak que cumpla las resoluciones de la ONU mientras Israel hace caso omiso de las que le afectan, Straw recordó que Bagdad ha incumplido 23 de las 27 obligaciones que le imponen nueve resoluciones del Consejo de Seguridad.
Irak "es una grave amenaza para la región porque tiene armas de destrucción masiva, y si no tiene nada que ocultar, tampoco tiene nada que temer de los inspectores" de la ONU, señaló.