BUENOS AIRES.- El gobierno argentino enviará un proyecto de ley al Congreso, que podría incluir un canje compulsivo de los depósitos bancarios por bonos, ya que la salida de fondos podría derivar en un colapso del sistema financiero, dijeron el miércoles fuentes oficiales.
"La decisión que ha tomado el Presidente (Eduardo Duhalde) es que este tema (de las restricciones bancarias) se va a manejar a través de un proyecto de ley. El ejecutivo va a enviar un proyecto de ley al Congreso", dijo un portavoz del Palacio de Hacienda.
La medida responde al temor del Ministerio de Economía de que colapse el sistema financiero debido a una serie de fallos judiciales que permiten a ahorristas retirar unos 50 millones de dólares diarios de las entidades a pesar del congelamiento impuesto en diciembre por el gobierno.
Según fuentes de la Asociación de Bancos de la Argentina, algunos bancos del interior del país debieron cerrar sus puertas algunos días ante la imposibilidad de devolver en efectivo y en dólares los depósitos a los clientes que habían logrado fallos judiciales favorables.
"No aguanta más el sistema", afirmó el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández.
Ante esto, el Palacio de Hacienda estudia la posibilidad de habilitar a los bancos a entregar una serie de bonos del Estado -que se encuentra en cesación de pagos- a los ahorristas.
El ministro (de Economía Jorge Remes Lenicov) dijo: "Es probable’’, destacó la fuente al ser consultada sobre la posibilidad de que los depósitos sean convertidos a bonos.
Por su parte, Fernández tampoco descartó esa alternativa. "Yo no descarto nada", señaló el funcionario. Sin embargo, las fuentes consultadas se negaron a dar más detalles sobre la iniciativa.
El portavoz presidencial, Eduardo Amadeo, indicó que se estaba trabajando con los titulares de las principales fuerzas políticas del Congreso para alcanzar el consenso necesario que permita aprobar la ley con rapidez.
Según datos del Banco Central, el sistema financiero tiene depósitos en dólares por cerca de 12.000 millones y en pesos por 60.000 millones.
Uuna historia conocida
En diciembre de 1989, el gobierno argentino se apoderó compulsivamente por decreto de los depósitos a plazo fijo de mayor nominación y a cambio entregó títulos a 10 años denominados Bonex.
En aquel entonces, la decisión oficial fue avalada por la Corte Suprema de Justicia y el gobierno se apoyaría en esto para arremeter desde el Congreso con una iniciativa de similares características.
Incluso, una alta fuente del Poder Judicial adelantó que el máximo organismo de Justicia podría dar un visto bueno a esta iniciativa.
Los títulos, en un comienzo, cotizaron en el mercado al 18 por ciento de su valor nominal, aunque con el paso del tiempo arrojaron buenas ganancias.
No obstante, en 1989, el país no se encontraba en cesación de pagos, con una deuda externa de 141.000 millones de dólares ni sumergido en una profunda recesión de cuatro años.