LONDRES.- La Reina Isabel II de Inglaterra y miembros de su familia, asistieron hoy a una ceremonia religiosa en memoria de su hermana, la princesa Margarita, quien murió el 9 de febrero pasado a los 71 años.
La ceremonia tuvo lugar en la Abadía de Westminster, donde hace diez días fue oficiado el solemne funeral de la Reina Madre de Inglaterra, quien falleció el mes pasado a los 101 años.
Con esta misa en memoria de la princesa Margarita, terminó el período oficial de luto en la corte británica tras la muerte de ésta y de la Reina Madre.
La Abadía de Westminster estuvo llena de enlutados familiares, amigos de la difunta, destacadas personalidades del país como el Primer Ministro, Tony Blair, y representantes diplomáticos en el Reino Unido.
También asistió el ex marido de la princesa Margarita, Lord Snowdon, el que fue su amigo íntimo, Roddy Llewellyn, y cerca de 580 ciudadanos que previamente fueron seleccionados por concurso.
Alrededor de 400 personas se concentraron delante de la abadía para ver a los miembros de la familia real o para rendir homenaje a la fallecida princesa, hermana de la Reina Isabel II.
Según los deseos de la difunta, se interpretó el réquiem del compositor francés Gabriel Faure durante la ceremonia, en la que también cantaron la soprano Felicity Lott y el tenor Bryn Terfel.
A petición también de la princesa Margarita cantaron los coros de la Abadía de Westminster, del King's College, de Cambridge, de la capilla de San Jorge, de Windsor y de la Academia de St. Martin in the Field.
El hijo de la princesa, Vizconde Linley, y la actriz Felicity Kendal, amiga de la difunta, leyeron pasajes de la Biblia durante el servicio religioso.
La Reina Isabel II estuvo sentada junto a su esposo, el duque de Edimburgo, y a su lado estuvieron el Vizconde Linley y su esposa, Serena; y la hija de la princesa Margarita, Sara Chatto.
Detrás de ellos estaban el príncipe de Gales, Carlos, y su hijo, el príncipe Harry; el duque de York y los condes de Wessex; así como la princesa Ana, su esposo Timothy Laurence y su hijo, Peter Phillps.
La princesa Margarita fue el primer miembro de la familia real británica que optó por la incineración y sus cenizas fueron colocadas en la tumba de sus padres, el Rey Jorge VI y la Reina Madre, en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, al oeste de Londres.