CIUDAD DE GAZA, Franja de Gaza.- Un atacante palestino suicida se voló este viernes en un retén militar israelí, poniendo fin a un período de calma relativa en la Franja de Gaza.
Mientras, las tropas israelíes se retiraron de la población cisjordana de Jenín, en cumplimiento de la promesa hecha a Estados Unidos para reducir la intensidad de una ofensiva militar emprendida hace tres semanas.
También este viernes, siete palestinos murieron bajo el fuego israelí, incluidos dos combatientes que trataron de entrar en un asentamiento judío, y dos niños de nueve y 14 años, quienes fueron baleados por las fuerzas que vigilan el cumplimiento del toque de queda en la ciudad de Ramallá, informaron fuentes médicas.
En los funerales en la Franja de Gaza, algunos simpatizantes de los grupos extremistas islámicos y del movimiento Al Fatah del líder palestino Yasser Arafat, amenazaron con perpetrar nuevos atentados en Israel, para vengar la muerte de por lo menos 200 palestinos en la ofensiva israelí.
Un activista de Al Fatah encabezó una procesión funeraria en la ciudad de Gaza, donde pronunció un mensaje para el Primer Ministro Ariel Sharon, en que dijo que "usted ha abierto las puertas del infierno... asesinato por asesinato, y destrucción por destrucción".
El grupo Jihad Islámica se atribuyó la responsabilidad del atentado suicida del viernes en un retén del ejército, cerca del cruce Kisufim, entre Israel y Gaza. Fue el primer atentado de ese tipo en la franja en los últimos cinco meses. El atacante murió y dos soldados resultaron levemente heridos.
En los últimos 19 meses de combates, numerosos atentados dinamiteros han tenido su origen en Cisjordania, pero ninguno en la Franja de Gaza, que está separada de Israel por una gran reja.
Sin embargo, el mando central del mayor grupo islámico, Hamas, se ubica en Gaza, que no ha sido incluida en la ofensiva israelí.
Los dirigentes de Hamas han dicho que el grupo perpetrará pronto nuevos atentados, y algunas fuentes advirtieron que varios fabricantes de bombas estaban empleando explosivos más mortíferos.
En Cisjordania, las tropas israelíes se retiraron de Jenín y del campamento adyacente para los refugiados, pero se apostaron a las afueras, para impedir la salida de los residentes.
La retirada permitió que las familias del campamento, donde ocurrieron los combates más encarnizados de la ofensiva israelí, recuperasen los cadáveres de sus seres queridos sepultados provisionalmente en el patio de un hospital.