JERUSALEN.- Israel prometió el sábado cooperar con la misión de la ONU para investigar la devastadora ofensiva en el campo de refugiados de Jenín y dijo que no tenía nada que esconder ante las acusaciones palestinas de masacre.
Los palestinos dijeron que esperaban que la resolución adoptada por unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU a última hora del viernes sirva para esclarecer lo ocurrido en el campo y enviar al primer ministro israelí Ariel Sharon ante un tribunal internacional penal, aunque esto parece muy improbable que ocurra.
"No tenemos nada que esconder y cooperaremos encantados con esta investigación de la ONU", dijo Raanan Gissin, un portavoz de Sharon.
Sin embargo, Israel rechazó una oferta del presidente Yasser Arafat para juzgar en un tribunal palestino a los presuntos asesinos de un ministro israelí.
Arafat sugirió lo anterior en un intento por terminar con el cerco militar de Israel a su complejo presidencial en Ramallá, que ya dura semanas.
Los delegados en la ONU votaron por unanimidad el viernes a última hora y decidieron enviar un "equipo a indagar" al campo de Jenín.
Estados Unidos elaboró la resolución de la ONU después de amenazar inicialmente con vetar una propuesta árabe para una investigación formal de la ONU sobre las "masacres" en Jenín.
Israel ha rechazado haber cometido una masacre en el campamento cisjordano que describió como un "avispero de terroristas".
"Durante la operación de Jenín, arrestamos a 10 posibles suicidas que ya habían grabado sus discursos de despedida en vídeos, lo que significa que estaban listos para llevar a cabo sus ataques", dijo el sábado un portavoz del ejército.
El hedor de los cadáveres en descomposición todavía flotaba en el aire procedente de los escombros en el desolado centro del campo, escenario de los más sangrientos enfrentamientos de la ofensiva israelí de tres semanas tras atentados suicidas con bombas que dejaron varios israelíes muertos.
"Este es el primer paso para llevar a Sharon ante un tribunal internacional", dijo el ministro de Información palestino, Yasser Abed Rabbo, después de la votación de la ONU.
Rabbo también reclamó procesar al ministro de Defensa Binyamin Ben-Eliezer y al jefe del Estado Mayor israelí Shaul Mofaz.
"Seguiremos este tema para que los asesinos que planearon estas masacres, incluidos Ben-Eliezer y Mofaz, que planearon y orquestaron la destrucción de la infraestructura de la sociedad palestina, sean llevados ante la justicia", dijo a Reuters.
El ejército israelí se retiró el viernes de la ciudad de Jenín y del campamento vecino mientras la violencia se trasladaba a la Franja de Gaza, donde se informó de la muerte de seis palestinos, incluido un suicida que transportaba una bomba.
Misión de la ONU
La resolución de la ONU saludó los esfuerzos del secretario general, Kofi Annan, para "recabar información exacta sobre los recientes acontecimientos en el campo de refugiados de Jenín".
Con la exclusión de la palabra "investigación", el documento expresa mucha preocupación en torno "a la horrenda situación humanitaria de los civiles palestinos" y sobre el informe de "un número no determinado de muertos y de destrucción", dijo un delegado.
El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Shimon Peres, le había dicho previamente a Annan que aceptaban el envío de representantes.
Un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores dijo que el ejército había hecho todo lo posible para evitar bajas de civiles en Jenín durante "el feroz enfrentamiento con terroristas armados que deliberadamente se escondieron entre los civiles".
El comunicado dijo que Israel cooperaría plenamente con la misión de la ONU para recabar información, pero dejó claro que seguiría oponiéndose a cualquier comisión investigadora internacional.
Una fuente del hospital de Jenín dijo que el balance de víctimas fatales en el campo de refugiados se elevó a 39, pero añadió que se podría incrementar a entre 200 y 400. Israel dice que murieron alrededor de 70 palestinos, la mayoría combatientes, y 23 soldados israelíes en Jenín.
"Hasta el momento hemos encontrado 38 cuerpos: 11 en los primeros días de los combates. La estimación es que hay algunas decenas más bajo los escombros", dijo el sábado el portavoz del ejército israel.
Israel también dijo que retiraría al ejército de la ciudad de Naplusa el domingo, pero que sus tanques permanecerían rodeando los cuarteles del presidente palestino Yasser Arafat en Ramallá, y cerca de la iglesia de la Natividad de Belén hasta que se entreguen los palestinos que se ocultan en ambas instalaciones.
Al menos 1.287 palestinos y 452 israelíes han muerto desde el inicio de la rebelión palestina contra la continua ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza, en septiembre del 2000.