JERUSALEN.- El Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, ha ordenado a todos sus ministros que suspendan los contactos con el enviado especial de la ONU, Terje Larsen, a quien declaró "persona non grata" tras sus declaraciones sobre los hechos ocurridos en la invasión israelí del campo de refugiados de Jenín.
En la reunión semanal del Consejo de Ministros, el jefe del gobierno israelí afirmó que ha dado "instrucciones inequívocas" a todos los órganos del ejecutivo para que "no tengan ningún contacto" con Larsen, a quien también podrían declarar persona "non grata".
La decisión de Sharon sigue a un llamado del asesor jurídico del Gobierno, Eliakim Haetzni, quien aseguró que tras estudiar las declaraciones de Larsen sólo descubrió "mentiras".
Se refería a las declaraciones del enviado especial de la ONU durante una visita que efectuó el jueves al campo de Jenín, después de la retirada del Ejército israelí de esa ciudad.
Entre otras cosas Larsen calificó de "desastre humanitario" lo acontecido y de "moralmente repugnante" la prohibición del acceso a los equipos humanitarios al campo de refugiados, donde los palestinos aseguran que Israel llevó a cabo "una masacre".
En la reunión del gabinete, varios ministros criticaron severamente a Larsen y lo acusaron de "incitación".
Estas últimas palabras fueron las del ministro de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, quien lanzó esta mañana un ataque sin precedentes contra el enviado especial, de quien dijo "ha adoptado la posición palestina".
Además, Israel ha solicitado a la ONU que Larsen no forme parte de la misión "esclarecedora" que investigará las acciones del Ejército israelí en el campo de refugiados.
En declaraciones a la radio pública israelí, esta mañana, Larsen destacó que no ha acusado a Israel de una "masacre", sino de impedir el acceso a las organizaciones humanitarias al campo de refugiados.
El único ministro israelí que se ha opuesto a las medidas sancionadoras de Sharón ha sido el de Exteriores, Simón Peres, quien se encuentra de visita en Washington.
"Conozco a Larsen desde hace más de diez años, así como sus posturas, y es un amigo de Israel y todo el tiempo trata de mediar entre él y sus vecinos árabes", afirmó Peres.
El jefe de la diplomacia israelí agregó que "Larsen es consciente de su error y no volverá a repetirlo".