PARIS.- El paisaje político francés apareció este lunes totalmente trastornado, un día después de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, con una derecha debilitada, una izquierda hecha migas y la extremaderecha en plena expansión.
Aunque no cabe la menor duda de que el presidente derechista saliente, Jacques Chirac, vencerá frente a Jean-Marie Le Pen, el líder del Front Nacional (extrema derecha) en la segunda vuelta el próximo 5 de mayo, nadie se arriesga a hacer un pronóstico para las legislativas de junio.
Según los resultados definitivos revelados este lunes por el Ministerio del Interior, Chirac, obtuvo el 19,88% de los votos y Le Pen el 16,86%, mientras el Primer Ministro socialista, Lionel Jospin, quedó en tercer lugar y eliminado con el 16,18% de los votos.
Los franceses se dividieron el domingo en cuatro grupos casi iguales: los abstencionistas (27,6%), los extremistas de izquierda (10,3%) y de derecha (aproximadamente 20%), la izquierda gubernamental (alrededor de 30%) y la derecha parlamentaria (alrededor de 30%).
Para todos los comentaristas estos resultados reflejan una grave crisis del sistema político francés con una atomización de las fuerzas políticas que amenaza con desembocar en una situación de bloqueo institucional.
En la segunda vuelta, Chirac va a beneficiarse -hecho sin precedente- del apoyo de una enorme parte de la izquierda que anunció su voluntad de cerrarle el camino a la extremaderecha.
Las tres principales corrientes de la izquierda plural en el poder desde 1997 -socialistas, comunistas y ecologistas- llamaron este lunes a votar por el presidente saliente.
El Partido Socialista llamó a "cerrar el paso" a Le Pen, "un peligro para la República".
El líder de la extremaderecha Jean-Marie Le Pen pidió este lunes el voto a los abstencionistas de la primera vuelta y aseguró que su primera decisión al llegar al poder sería retirar a Francia de la Unión Europea (UE).
Según las primeras encuestas, Chirac será elegido el 5 de mayo, pero tendrá que esperar las legislativas para saber si podrá contar con una mayoría en el parlamento.
La derecha parlamentaria y la izquierda de gobierno salieron del escrutinio debilitadas y desacreditadas, con elecciones legislativas muy cercanas, el 9 y el 16 de junio, lo que les da muy poco tiempo para ponerse en orden de batalla.
A la derecha, Chirac, obtuvo el más débil resultado de un presidente saliente en una primera vuelta.
Su aliado de la derecha liberal (DL), Alain Madelin, está en baja a 3,91% y solamente François Bayrou, de centro derecha (UDF) sale bien parado con 6,84%.
A la izquierda, la situación es mucho más grave. El Partido Socialista ha sido desautorizado con el resultado logrado por Jospin, el Partido Comunista -el aliado más a la izquierda- firmó su parte de fallecimiento con sólo 3,37% mientras que los verdes, un movimiento que era marginal, limitó los daños con 5,25%.
La candidatura del ex ministro socialista Jean-Pierre Chevènement (5,33%), agravó la derrota de la izquierda en el poder, mientras que el buen resultado de la extrema izquierda con 10,3% confirmó un fuerte rechazo de la izquierda gestionaria entre el electorado de izquierda.
El ex ministro socialista Dominique Strauss-Kahn criticó este lunes a "la izquierda en su conjunto" que no supo superar sus "querellas internas" y se comprometió a "conducir con otros" su reconstrucción.
Pero analistas y comentaristas se preguntaban cómo partidos tan divididos van a poder reconstruir una dinámica para elecciones legislativas tan próximas.
"La brutalidad del choque del 21 de abril amenaza con dejar a la izquierda groggy por un buen momento y se ve mal cómo va a volver a movilizarse para las elecciones de junio", escribió Le Monde.
Paradójicamente, reina la incertidumbre en la derecha sobre las posibilidades de ganar las legislativas, incluso después de la victoria esperada de Chirac el 5 de mayo.
"El resultado de la primera vuelta, que nadie preveía, obliga en efecto a considerar un escenario igualmente increíble: después de la victoria de Chirac, la llegada de la izquierda a Matignon (sede del gobierno) después de un éxito legislativo", escribió el lunes el diario derechista Le Figaro.
Los tres principales partidos de derecha (RPR de Chirac, UDF y DL) deberán ’’imponerse la regla de la candidatura única de derecha’’ para vencer a la izquierda, subrayó el diario.