BELEN, Cisjordania.- Tres sacerdotes armenios lograron escapar este martes de la iglesia de la Natividad de Belén después de tres semanas de encierro y fueron recibidos por el Ejército israelí, cuyos portavoces subrayaron a la agencia France Press que desean una solución pacífica.
Estas fuentes destacaron que esperan un desenlace "que no provoque pérdidas humanas ni quebrante el carácter sagrado" de uno de los lugares más emblemáticos para el cristianismo.
Según el portavoz del Ejército israelí Olivier Rafowicz, que mostró algunas fotos tomadas por soldados en el momento, los tres sacerdotes enseñaron una bandera blanca en la que estaba escrito "Please, help" (Por favor, ayuda) en tinta roja.
"Vimos que nos hacían signos y les ayudamos a escapar de los palestinos armados. Están muy cansados, asustados, y contaron que la situación en el interior del templo es durísima", aseguró Rafowicz en un puesto de control militar a la salida de Belén.
En un principio, los sacerdotes anunciaron que deseaban dar una rueda de prensa inmediatamente, pero una hora después de su liberación, el Ejército israelí anunció que el encuentro con los periodistas fue anulado, sin ninguna explicación.
Tampoco fue divulgada la identidad de los sacerdotes ni la iglesia armenia se pronunció hasta ahora al respecto.
"Las relaciones entre los sacerdotes y los combatientes en el interior de la iglesia son insostenibles. Los activistas robaron el dinero del templo, los objetos de valor y destrozaron numerosas cruces", añadió.
Según nuevas cifras suministradas por el Ejército, en el interior del templo hay entre 200 y 230 hombres armados pertenecientes a las fuerzas de seguridad palestinas, además de al menos 30 "terroristas" buscados por Israel, algunos de ellos miembros de grupos como el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) o Jihad Islámica.
Además, 50 adolescentes palestinos están encerrados en la gruta donde según la tradición cristiana nació Jesucristo y los palestinos armados no les dejan salir. "Sólo comen algunas galletas por día y hacen sus necesidades en botellas de plástico", explicó. En la iglesia hay también otros adultos civiles y varios sacerdotes y monjes.
"Puede haber hasta 300 personas", aseguró.
Hasta esta fecha, el Ejército había asegurado que la mayor parte de los palestinos atrincherados en la basílica eran civiles.
El gobierno israelí ya afirmó que la solución para los combatientes palestinos atrincherados es el destierro de por vida o un juicio frente a un tribunal del Estado hebreo.
"No estamos en guerra contra la Autoridad Palestina, estamos en guerra contra los terroristas, que tienen que responder de sus actos", aseguró el portavoz.
El lunes por la noche se registraron de nuevo intercambios de disparos entre palestinos armados y los soldados israelíes que hacen guardia permanentemente a las afueras del templo desde hace tres semanas.
La evasión de los monjes se produce después de que negociadores palestinos comenzaran a discutir con el Ejército israelí en Belén la forma de poner punto final a este callejón sin salida. La reunión acabó sin resultados y los responsables se reunirán de nuevo este martes por la tarde.
"Es la primera vez que representantes de la Autoridad Palestina, por orden directa del presidente Yasser Arafat, quieren negociar sobre la situación y nosotros lo aceptamos de buen grado porque deseamos poner fin a esta situación de forma pacífica, sin que ningún inocente sufra daños y consiguiendo que el templo permanezca intacto", añadió.
Según Rafowicz, unos "13 o 14 sacerdotes" ya salieron de la Iglesia de la Natividad hasta ahora, además de dos mujeres que trabajan con sacerdotes griegos ortodoxos y algunos palestinos, cinco de ellos presuntos colaboradores del Estado de Israel.
