BUENOS AIRES.- Miles de personas protestaban esta noche en las calles de Buenos Aires contra el Gobierno del presidente argentino, Eduardo Duhalde, cuando el jefe del Estado encabezaba una reunión decisiva para el futuro económico y político del país, tras la renuncia del ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov.
La manifestaciones más numerosas se llevaba a cabo en las puertas de la sede del Parlamento y a las afueras de la Residencia de Olivos, donde Duhalde estaba reunido con la dirección del Partido Justicialista (PJ-peronista), en el Gobierno.
En torno al Congreso, miles de personas, la mayoría de ellas militantes de fuerzas políticas de izquierda, se instalaron en las calles con banderas y cacerolas para exigir la ruptura de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para lograr una ayuda financiera.
Desde la mañana temprano, ese lugar fue ocupado por grupos de ahorradores que se oponían al tratamiento parlamentario de un proyecto de ley que impulsa el cambio por bonos de los depósitos atrapados desde diciembre pasado en el llamado "corralito" financiero.
Los ahorradores celebraron cuando se conoció que el debate sobre ese plan había sido suspendido por las resistencias de los legisladores, lo cual derivó en la inmediata renuncia del ministro de Economía.
Ayer, lunes, tras el fallido primer intento para la aprobación del plan de canje, los legisladores tuvieron que abandonar el Congreso por una puerta lateral y protegidos por la policía, para escapar de la furia de los ahorradores que les esperaban en las calles.
Mientras tanto, otra demostración de repudio al Gobierno de Duhalde se desarrollaba esta noche a las afueras de la Residencia de Olivos, donde el mandatario analiza qué hacer en esta etapa de la crisis con los gobernadores de las provincias administradas por el peronismo.
Los manifestantes exigían garantías de que el proyecto de ley para cambiar los ahorros por bonos con vencimiento a cinco y diez años de plazo fuera archivado y pedían medidas para reactivar una economía en recesión desde hace cuatro años.
Algunas personas que se manifestaban en el Congreso decidieron viajar hasta Olivos, a unos 20 kilómetros al norte del centro de Buenos Aires, para continuar con sus reclamaciones.