NUEVA YORK.- Una fuerte explosión registrada hoy en Nueva York, al parecer por un accidente industrial, causó al menos medio centenar de heridos y reavivó el temor de los neoyorquinos, que no olvidan el 11 de septiembre.
Las primeras informaciones entregadas por las autoridades municipales apuntaron a que la explosión podría haberse originado en una caldera situada en el sótano de un edificio ubicado en la Calle 19 de Manhattan, entre la Sexta y la Séptima avenidas.
Michael O'Looney, portavoz del Departamento de Policía, indicó que en el momento del suceso se realizaban trabajos de fontanería relacionados con una caldera ubicada en el piso décimo del edificio, aunque advirtió que no se podía asegurar con toda certeza que esas labores hubieran originado la explosión.
La hipótesis de un atentado, la más temida en los primeros momentos, parece prácticamente descartada por las autoridades.
Por el momento, las autoridades no informaron de víctimas mortales aunque sí dijeron que al menos nueve personas -al parecer trabajadores de la construcción- fueron trasladadas a cuatro hospitales de Manhattan en estado grave. Uno de esos centros, St. Vincent's, dijo que recibió ocho pacientes, seis de los cuales se encontraban en estado crítico. Otras víctimas, ensangrentadas y vendadas, permanecían sentadas en las aceras a la espera de ser llevadas a un centro asistencial.
La fuerte explosión fue recibida con gran alarma por los neoyorquinos en los primeros momentos, al reavivar el miedo y la inquietud de la que no se han recuperado todavía tras los trágicos atentados contra las Torres Gemelas de hace siete meses.
La explosión se produjo sobre las 11:20 horas locales (15:20 horas GMT) y provocó una lluvia de cristales sobre la calle 19, al reventar numerosas ventanas y producirse derrumbes parciales de la fachada.
Desde el exterior no se apreció en ningún momento, sin embargo, indicios de fuego ni columnas de humo, según los testigos.
"Estamos investigando aún si hay más gente en el interior del edificio y si hay otros heridos en inmuebles próximos", señaló O'Looney, quien indicó que el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, se dirigía al lugar del suceso.
Más de un centenar de bomberos y numerosas ambulancias se trasladaron de inmediato al lugar del siniestro para atender sobre el pavimento y las aceras a los heridos, la mayoría de ellos con lesiones menos graves.
Todas las cadenas de televisión neoyorquinas interrumpieron sus programaciones para ofrecer las primeras imágenes sobre el lugar del siniestro y sus áreas próximas, que quedaron cortadas al tráfico y al paso de transeúntes.
En un primer momento, los medios neoyorquinos informaron que la explosión se había producido en un edificio donde se encuentra la Escuela Técnica Apex, donde los estudiantes tienen normalmente que manipular y trabajar con productos químicos y maquinaria industrial.
"Oímos un 'boom' y se rompieron los cristales de las ventanas de algunas plantas. De inmediato pensé que no se trataba de un accidente normal y procedimos a desalojar a todos los estudiantes", declaró Zanias Patterson, un profesor en la escuela técnica Apex.
"La gente estaba asustada, les traía recuerdos de los atentados del 11 de septiembre, pero todos salieron bien por ahora", agregó el profesor, quién aseguró que la explosión no se había registrado en la escuela sino en un edificio próximo.
El impacto hizo que las ventanas de algunos edificios cercanos saltaran también por los aires y provocó sacudidas en los inmuebles inmediatos, según relataron testigos presenciales.