BOGOTA.- Dos personas murieron y cuatro resultaron heridas este sábado por el estallido de un automóvil cargado con explosivos en un túnel de una de las más importantes carreteras de Colombia, en un ataque que bloqueó la vía y del que el ejército acusó a la guerrilla izquierdista.
La explosión de 30 kilos de explosivos en un vehículo se registró cerca al pueblo de Guarne, en el noroccidental departamento de Antioquia, 230 kilómetros al noroeste de Bogotá.
"Hubo una explosión de un vehículo que transportaba explosivos en uno de los túneles de la autopista con un saldo de dos personas muertas y cuatro más heridas", dijo a Reuters telefónicamente el comandante de la cuarta brigada del ejército con sede en Medellín, general Mario Montoya.
El oficial precisó que además de la camioneta que transportaba los explosivos y que al parecer fue abandonada dentro del túnel, un vehículo particular y dos taxis en los que viajaban las víctimas quedaron destruidos por el estallido.
La autopista Bogotá-Medellín, de unos 450 kilómetros de longitud, comunica a la capital de Colombia con la tercera ciudad más poblada del país, que es un importante polo empresarial e industrial.
"Todo indica que se trata de un vehículo en el que las FARC transportaban explosivos (...) es una forma más de delinquir y de crear el caos estos bandidos", agregó Montoya.
En las últimas tres semanas se han registrado explosiones de bombas y de vehículos en las ciudades de Bogotá, Villavicencio, Cartagena, Barranquilla y ahora cerca de Medellín.
Los ataques, atribuidos por las autoridades militares y de policía a las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), han dejado un saldo de 20 personas muertas y más de un centenar de heridos.
Las explosiones se han registrado luego de que el 20 de febrero el gobierno del Presidente conservador Andrés Pastrana rompió una negociación de paz de más de tres años con esa guerrilla.
También se registran a menos de un mes de las elecciones presidenciales del próximo 26 de mayo en las que los colombianos elegirán al sucesor de Pastrana para un periodo de cuatro años.
El ejército y la policía, que se mantienen en estado de máxima alerta y que han frustrado varios ataques al desactivar vehículos cargados con dinamita y otros explosivos, temen que las FARC intensifiquen sus ataques en las grandes ciudades para sabotear el normal desarrollo de las elecciones.
Esa guerrilla, la más numerosa y antigua del hemisferio con unos 17.000 combatientes, amenazó recientemente con extender la guerra a las grandes ciudades.
Este país de más de 40 millones de habitantes afronta una guerra interna de 38 años que dejó 40.000 personas muertas, la mayoría civiles, sólo en la última década y en medio de la cual se enfrentan guerrilleros, paramilitares de ultraderecha y las fuerzas de seguridad del Estado.
