BEIRUT.- El grupo chiíta libanés Hizbulá está dispuesto a canjear a los prisioneros israelíes que retiene desde el inicio de la Intifada por los palestinos cercados en la iglesia de la Natividad en Belén y los presuntos asesinos en octubre del ministro israelí de Turismo, refugiados junto a Yasser Arafat.
El líder la organización, jeque Hasan Nasralá, ofreció negociar el intercambio a través de cualquier canal intermedio, tras subrayar que "hasta ahora han fracasado" todos los intentos por solucionar la crisis.
"Estamos dispuestos a comenzar de inmediato la negociación para acabar con este drama humano", recalcó Nasralá esta madrugada ante las cámaras de la televisión libanesa "Al Manara", afín a Hizbulá (Partido de Dios).
Combatientes de la Resistencia mado de Hizbulá, apresaron el 7 de octubre de 2000 a tres soldados israelíes que patrullaban en los alrededores de las disputadas granjas de Cheba, único territorio no evacuado por Israel cuando en mayo de ese año se retiró del sur del Líbano.
Días después capturaron también en el interior libanés al coronel israelí en la reserva Elhanan Tennenbaum, a quien acusaron de trabajar para los servicios secretos israelíes (Mosad).
El Primer Ministro israelí, Ariel Sharón, ha condicionado el fin del aislamiento en el que mantiene a Arafat desde el pasado 3 de diciembre a la entrega de los cuatro presuntos autores de la muerte de su ministro de Turismo, Rejevam Zeevi, tiroteado el pasado octubre en un hotel de Jerusalén.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) decidió este mes juzgar a los cuatro sospechosos, a quienes impuso penas de cárcel que oscilan entre uno y 18 años.
El cerco de la iglesia de la Natividad, en el que se refugian unos 200 palestinos, entre ellos 30 milicianos armados, comenzó el o 2 de abril.
Hasta el momento, todos los intentos por negociar una salida a la crisis han fracasado, lastrados por la violencia diaria que sacude la zona.
El sábado fue asesinado uno de los cercados, que trataba de escapar del recinto, mientras que un ataque palestino el mismo día contra una colonia israelí se cobró la vida de cuatro personas y siete resultaron heridas.
Hizbulá ya había ofrecido canjear a estos prisioneros en el pasado, entonces a cambio de combatientes palestinos y 19 libaneses presos en cárceles israelíes.
Fuentes del grupo anunciaron el pasado año que mediadores alemanes habían entrado en contacto con ambas partes para resolver el destino de los cuatro prisioneros.
Sin embargo, las supuestas negociaciones secretas se bloquearon tras barajar Israel la posibilidad de que estuvieran muertos y exigir a Hizbulá que probara que estaban vivos.
El grupo chiíta se limitó a confirmar que alguno de los soldados había sido herido, pero que su estado de salud era "bueno".
En el caso de Tennenbaum, el grupo chiíta libanés ofreció su libertad a cambio de la vida de los palestinos sitiados en el campo de refugiados de Jenín, pero Israel ignoró la oferta y comenzó a arrasar el lugar horas después.
Hizbulá, que lideró la resistencia armada contra la ocupación israelí, ha prometido que continuará su lucha hasta que libere las granjas de Cheba, un estratégico enclave en la frontera entre Siria, el Líbano e Israel, que Beirut reclama y Tel Aviv considera territorio sirio ocupado.
Tras el comienzo el pasado 29 de marzo de la cruenta operación bélica israelí "Muro de defensa", se han repetido las escaramuzas fronterizas entre la Resistencia Islámica y el Ejército israelí.
Israel ha advertido al Líbano y Siria, principales valedores de la milicia chiíta, que responderá contundentemente si no ponen fin a los ataques de la resistencia.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, viajo esté mes a Beirut y Damasco para advertir del peligro de que se abra un nuevo frente y la guerra se extienda a toda la región.
Pero el Gobierno de Beirut considera que la milicia del Partido de Dios libra la lucha legítima de cada pueblo a resistir contra de su territorio.
