BERLIN.- Toda Alemania recordó hoy, lunes, con un minuto de silencio propuesto por el sindicato Educación y Ciencia, a las víctimas de la matanza del instituto de bachillerato Gutenberg de Erfurt, ciudad que intenta recuperar la normalidad después de la masacre del pasado viernes.
Las flores cubrían la entrada del instituto, donde un ex alumno de 19 años, Robert Steinhaeuser, mató a 16 personas y luego se suicidó, al parecer en venganza por su expulsión del centro.
También está llena de flores el acceso al Ayuntamiento frente al que se concentraron hoy cientos de niños, jóvenes y adultos, muchos de los cuales no pudieron contener las lágrimas.
Centenares de personas encendieron velas en la catedral de Erfurt y marcharon con flores en la mano por el centro de la ciudad, mientras que en otras cuatro iglesias se oficiarán a lo largo del día misas en recuerdo de las víctimas.
Una veintena de psicólogos atiende a los afectados por la tragedia en las dependencias del Ayuntamiento, donde hasta ahora unas 5.000 personas han expresado su pésame en un libro de condolencias.
La dirección del instituto no ha fijado aún la fecha en la que se reanudarán las clases y los alumnos han rechazado en principio ser distribuidos en otros centros de enseñanza en un intento de vencer las consecuencias psicológicas de la tragedia.
Manfred Etzel, portavoz de la Policía de Erfurt, informó a la cadena de televisión MDR de que la autopsia de los cadáveres ha concluido hoy, mientras que los trabajos de acondicionamiento del instituto permitirán que pueda accederse a él previsiblemente el próximo jueves.
La voluntad de reanudar las clases y hacer lo posible para recuperar la normalidad va ganando terreno a la angustia, el desamparo y el miedo entre escolares y personal docente.
Los profesores de todas las escuelas de Turingia han recibido material y ayuda psicológica para acometer la tarea de reanudar sus clases, en las que han conversado con los alumnos sobre lo sucedido "para que recuperen las fuerzas y la confianza", dijo Gabriele Wrede, quien enseña en una escuela de Jena.
La directora del instituto Gutenberg, Christiane Alt, expresó anoche en declaraciones al canal ARD -primero de la televisión pública alemana- que "estamos todos traumatizados, pero por otra parte debemos hacer nuestro trabajo para que los alumnos recuperen en algún momento su ritmo de vida habitual".
Cuando el joven Robert Steinhaeuser penetró armado y enmascarado en el edificio, los estudiantes estaban haciendo su examen de matemáticas de bachillerato, una prueba que "tiene que repetirse" para garantizar la igualdad de oportunidades de los alumnos, subrayó Alt.
El ministro de Educación de Turingia, Michael Krapp, manifestó hoy a la cadena de televisión MDR que "mi objetivo y mi firme voluntad es ayudar a los alumnos a que obtengan un título de bachillerato reconocido en todo el país, a pesar de estas circunstancias tan especiales".
El ministro del Interior, Otto Schily, anunció hoy que propondrá al presidente de Alemania, Johannes Rau, conceder la cruz federal del mérito al profesor Rainer Heise, quien evitó que el asesino se cobrara más víctimas tras increparle en un pasillo, quitarle la máscara y llamarle por su nombre.
Parece ser que después de la intervención de este enseñante, a quien la gente se refiere ya como "el héroe de Erfurt", el joven Steinhaeuser se encerró en un aula del primer piso del edificio y se suicidó.
En cuanto a las investigaciones policiales en torno al caso, miembros de una unidad especial de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA) que se ocupan de elaborar un perfil del agresor se han desplazado por primera vez a Erfurt.
Al joven Robert Steinhaeuser se le define como "llamativamente discreto".