ESTRASBURGO, Francia.- La británica Diane Pretty, en estado terminal, perdió hoy su batalla legal para que autorizasen a su marido a ayudarla a morir dignamente, al ser rechazada su última demanda por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
La Corte, con sede en Estrasburgo (noreste de Francia), ha eludido así sentar jurisprudencia sobre la eutanasia a nivel europeo.
El Tribunal, integrado por siete magistrados, concluyó que el Estado británico no ha violado ningún artículo del Convenio Europeo de Derechos Humanos, tras estudiar a fondo la demanda de Pretty.
Diane Pretty, de 43 años y tetrapléjica por una enfermedad neurodegenerativa, había denunciado que las autoridades británicas habían violado en su caso cinco artículos de ese Convenio.
Amenazada de morir en un corto plazo de tiempo por asfixia, la joven madre de dos hijos conoció hoy la decisión de los jueces en su residencia de las afueras de Londres.
El Tribunal de Estrasburgo manifiesta que ’’sólo puede expresar su simpatía por el temor de la demandante a tener que afrontar una muerte penosa si no se le da la posibilidad de poner fin a su vida’’, pero a renglón seguido señala que no puede obligar a un Estado a que autorice la eutanasia.
La única salida al extranjero que efectuaron Diane y su marido fue el pasado 19 de marzo cuando fueron a Estrasburgo a quemar el último cartucho de su larga lucha por morir dignamente.
’’Sólo quiero mis derechos’’, clamó entonces ante la Corte la mujer desde su silla de ruedas y con una voz metálica salida del ordenador con el que habla.
La enfermedad incurable que sufre la mantiene paralizada desde el cuello a los pies, la obliga a alimentarse por una sonda y le impide poner fin a su vida ella misma.
El suicidio no es un delito en el Reino Unido, pero sí la asistencia a la interrupción de la vida, por lo que Brian Pretty puede ser condenado a una pena de hasta 14 años de prisión si accede a los deseos de su esposa.
Ella había agotado todos los recursos que le permitía la legislación británica el pasado noviembre ante la Cámara de los Lores.
Con la esperanza de que su petición fuese tenida en cuenta por el Tribunal de Estrasburgo, la mujer acusó al Estado británico ante esa instancia europea de haber violado cinco artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
En concreto, el artículo 2 sobre el derecho a la vida, el artículo 3 sobre la prohibición de tratos inhumanos y degradantes, el 8 sobre el respeto a la vida privada y familiar, el 9 sobre la libertad de conciencia y el 14 sobre la prohibición de discriminación.
En el Reino Unido, una mujer que se encuentra en el mismo caso que Pretty y está paralizada desde el cuello a los pies desde hace un año, consiguió el pasado 22 de marzo de una juez el visto bueno histórico de ser desconectada de los aparatos que la mantienen con vida.
En la Unión Europea (UE), el único país que permite la eutanasia en algunos casos muy concretos es Holanda, mientras que en Bélgica una ley similar está en trámite parlamentario.