WASHINGTON.- La consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice, pidió hoy a Argentina que aplique las medidas que requiere el Fondo Monetario Internacional como paso para reanudar la ayuda financiera.
"Si pueden hacer las cosas que requiere el FMI, creemos que pueden encontrar un camino para volver al crecimiento sostenible", dijo hoy Rice durante un discurso en una universidad de Washington.
Argentina y el FMI llevan semanas negociando la reanudación de la ayuda financiera, lo que va unido a la adopción por parte de Buenos Aires de varias medidas, especialmente la que tiene que ver con el reciente acuerdo con las provincias para la reducción del déficit público.
Rice, en una intervención en la universidad Johns Hopkins en la que habló en general sobre la política exterior de EE.UU., reconoció que las reformas que debe implementar Argentina son "difíciles".
Pero insistió en que una vez que esas medidas estén en marcha serán la clave para la reanudación de la ayuda financiera, que tendrá el apoyo de Washington, dijo.
"Argentina sabe que no tienen mejor amigo que Estados Unidos, que estará dispuesto a ayudar y abogar en su nombre para obtener los recursos en el momento que puedan ser decisivos para lograr un crecimiento sostenible", aseguró.
La asesora de Bush para política exterior dijo que la Administración de Washington está en "contacto constante" con las autoridades argentinas, e insistió en que la comunidad internacional quiere ayudar a ese país a pesar de la dureza de las condiciones.
"No es falta de voluntad de dar ayuda internacional a Argentina. Es el entendimiento de que las condiciones tienen que ser las adecuadas para que los recursos tengan un impacto real", afirmó Rice.
Las manifestaciones de la consejera de la Casa Blanca siguen a otras declaraciones de miembros del Gobierno, como el secretario del Tesoro, Paul O’Neill, quien la semana pasada recalcó a un comité del Congreso que, sin reformas, EE.UU. se opondría a que Argentina recibiera ayuda.
Bancos reabrieron en calma
Los bancos de Argentina reabrieron el lunes en calma después de que el gobierno eliminó la última vía que tenían los argentinos para acudir a ellos a recuperar sus depósitos congelados, mientras el peso se apreciaba ante una falta de demanda de dólares.
La tranquilidad de los mercados, que estuvieron cerrados durante una semana, representa un respiro para el nuevo ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, quien asumió el cargo el sábado con la misión de poner en orden las endebles finanzas del país, eludiendo un colapso bancario y una mayor depreciación del peso.
Sin embargo, pese a la calma, el contexto de la economía argentina, en recesión desde hace cuatro años, no ha cambiado.
La economía sigue hundida en la peor crisis de su historia; las entidades bancarias están insolventes por una fuga de depósitos; el gobierno está debilitado por sus fracasos en reactivar el país y el conflicto social va en alza.
Aprobada la semana pasada una ley que protege a los bancos de una fuga de depósitos, los argentinos se quedaron sin posibilidades el lunes de recuperar sus ahorros, congelados desde enero por temor a una corrida, y las instituciones realizaban con tranquilidad el lunes todo tipo de operaciones.
La imposibilidad de los argentinos de acceder a sus fondos en los bancos mantenía al mercado seco de pesos, y por ende, una disminuida demanda de dólares, lo que permitió una apreciación de la moneda en el mercado mayorista a 2,95/2,98 unidades por dólar, desde 3,18/3,21 el último día de operaciones, el 19 de mayo.
El banco central impuso la semana pasada un feriado cambiario y bancario, después de una fuerte salida de depósitos ocasionada por una serie de fallos judiciales que permitieron a muchos ahorristas burlar el congelamiento de depósitos impuesto en enero para evitar que colapsara el sistema bancario.
Con la aprobación la semana pasada de una ley en el Congreso que demora los recursos judiciales, Lavagna, decidió, en cuanto asumió el sábado, reabrir los mercados.
