JERUSALEN.- El enviado especial del Papa Juan Pablo II, cardenal Roger Etchegaray, no podrá visitar la Basílica de la Natividad de Belén, donde se refugian unos 150 palestinos civiles y armados entre 27 religiosos, según una orden de la Fuerzas Armadas.
Etchegaray, que tiene previsto reunirse con el Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, y esta noche con el presidente palestino, Yasser Arafat, para resolver la "crisis de la Natividad", que cumple hoy treinta días, comenzó sus reuniones esta mañana en la residencia jerosolimitana del Presidente israelí, Moshé Katzav.
Katzav propuso al enviado del Papa que los 150 palestinos dentro de la Basílica y en la iglesia de Santa Catalina salgan de ellas y sean identificados, con la promesa de que sólo serán arrestados los que sean buscados por los organismos de seguridad para ser juzgados en Israel, quienes también podrán optar por la deportación.
Según las autoridades militares, que están cercando la Basílica, se trata de unos treinta palestinos de la resistencia que son buscados porque "tienen sangre israelí en sus manos".
Otra propuesta, dijo el presidente Katzav a Etchegaray, consiste en que los buscados queden en una dependencia de la Basílica y que continúe la negociación con sus representantes hasta solucionarse el conflicto.
Según fuentes de la presidencia israelí, Katzav expresó su "sorpresa" al cardenal, que llegó ayer miércoles desde el Vaticano, por el silencio que ha guardado el mundo cristiano ante lo que ocurre en el recinto de la Basílica y en la iglesia franciscana.
También pidió Katzav a Etechegaray que pida al Papa "que haga escuchar su voz ante el recrudecimiento del antisemitismo en varios países de Europa", informaron dichas fuentes.
Tras la entrevista con el presidente israelí, el cardenal comenzó un almuerzo con monjes franciscanos en el convento de San Salvador.