CARACAS.- El empresario que encabezó el gobierno interino de Venezuela durante el breve derrocamiento del presidente Hugo Chávez sostuvo el jueves que no era un golpista y que fue llamado por los militares para llenar un vacío de poder, producto de una anunciada renuncia del Mandatario.
En su primera comparecencia pública desde que el 15 de abril fue puesto bajo arresto domiciliario a la espera de un juicio por rebelión y usurpación de funciones, Pedro Carmona afirmó, asistido por sus abogados, que no violó la Constitución.
"No violé la Constitución al asumir la presidencia de un gobierno transitorio, no conspiré, no hubo golpe, no hubo rebelión", dijo con su característica voz pausada e impecable traje oscuro ante una comisión de 27 diputados, que investiga el golpe de Estado que derrocó por 48 horas a Chávez.
La sesión, que se caracterizó por las interrupciones de algunos diputados "chavistas" que le exigían respuestas a Carmona, es la primera de unas 20 que hará la Asamblea Nacional para tratar de esclarecer los hechos que dejaron más de 60 muertos entre el 11 y el 14 de abril.
En las afueras del Palacio Legislativo, en el centro histórico de Caracas, unos 50 seguidores de Chávez coreaban a gritos "justicia popular", "bandido, asesino, Carmona es un traidor".
Un diputado de la oposición denunció que le lanzaron un huevo cuando intentaba ingresar al parlamento, lo que motivó un receso en la sesión, que duró al menos seis horas.
Carmona dijo a los congresistas que sólo respondería las preguntas que no lo incriminaran y evadió dar nombres de las personas que lo rodearon antes y durante las menos de 24 horas que duró su gestión luego que los militares derrocaran a Chávez el 12 de abril, para reponerlo 48 horas después.
"He sido opositor, pero conspirador nunca", añadió el empresario de 61 años al rechazar las calificaciones de "facista" y "asesino" que le imputó el miércoles el presidente de la Asamblea Nacional.
Carmona, quien era el presidente de la principal organización empresarial del país, Fedecámaras, agregó que su actuación no tuvo que ver con un plan predeterminado ni hubo injerencia de personas o grupos.
"No hubo tampoco contactos ni apoyo alguno de gobiernos o agentes extranjeros. Las conjeturas al respecto son falsas y han sido desmentidas", dijo.
Versiones divulgadas por medios estadounidenses dicen que altos funcionarios del gobierno del presidente George W. Bush estuvieron involucrados en el golpe, lo que fue negado por Washington.
"No tuve nunca en mis manos una renuncia"
Carmona insistió en que fue llamado por "un cuerpo importante y representativo de la Fuerza Armada" para llenar un "vacío de poder que se produjo en el país".
La invitación provino de la mayoría del generalato de las cuatro ramas castrenses, sostuvo.
Confesó que no tuvo "nunca" en sus manos el documento que confirmaba la renuncia del mandatario, pero que creyó en su veracidad tras el anuncio "público y notorio" que realizó por radio y televisión el inspector general en jefe de la Fuerza Armada Nacional (FAN), el general Lucas Rincón.
Conjuntamente con el anuncio de la renuncia del presidente, Rincón informó que había dimitido el Alto Mando Militar. Cuando reasumió el poder, Chávez --un teniente coronel retirado de 47 años-- ratificó a Rincón como jefe de la FAN.
Chávez, según un vídeo difundido el jueves, dijo a los oficiales que lo custodiaban durante su cautiverio que la jerarquía castrense lo traicionó y que constitucionalmente seguía siendo el presidente de Venezuela.
La grabación muestra cuando un Chávez, en mangas de camisa y pantalones vaqueros, se percata de que está siendo filmado y exclama "!epa, no he renunciado!".
Según el abogado de un grupo de militares que participó en el golpe y que están en libertad condicional a mientras son enjuiciados por rebelión, Rincón cometió el delito de "falsa alarma" por haber anunciado la renuncia del mandatario.
Tras su regreso al poder, Chávez dijo que el gobierno interino pretendía imponer una tiranía de ultraderecha en el quinto exportador mundial de crudo.
En su primer acto de gobierno, Carmona, quien disolvió los poderes Legislativo y Judicial, anunció que convocaría a elecciones legislativas a más tardar en diciembre y presidenciales en un plazo máximo de un año.
