BUENOS AIRES.- El Presidente argentino, Eduardo Duhalde, se quejó hoy de la falta de ayuda externa para superar la grave crisis en que está inmerso su país, mientras desde su Gobierno se descalificó la huelga general convocada para el día 14.
"Argentina no puede ser la mosca blanca, el único país en el mundo que en situaciones graves de recesión no tenga ayuda del mundo", indicó.
Desde que Roberto Lavagna sustituyó hace una semana a Jorge Remes Lenicov en el Ministerio de Economía, el Gobierno argentino ha variado su discurso respecto a las complejas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que abra el grifo de la ayuda financiera.
Los reclamos se han trocado por advertencias de que los organismos de crédito también serán responsables de lo que suceda en Argentina si no colaboran para que este país latinoamericano pueda superar la recesión que arrastra desde mediados de 1998.
En su habitual espacio de los sábados por Radio Nacional, Duhalde también salió al cruce de las propuestas de sectores políticos, sindicales y de la Iglesia Católica de no depender del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de los otros organismos mundiales.
Sin ayuda externa "el sacrificio que debería hacer el pueblo será mucho mayor al que está haciendo hoy", advirtió.
El Gobierno argentino mantiene complejas negociaciones con el FMI para el desembolso de unos 9.000 millones de dólares comprometidos en diciembre pasado, pero ese organismo exige una drástica reducción de los gastos estatales.
El Presidente evitó pronunciarse directamente sobre la huelga general convocada para el próximo martes 14 de mayo, la primera que enfrentará desde que el 1 de enero último asumió la jefatura de Estado, aunque se refirió a los reclamos de aumento salarial lanzados por las centrales obreras.
Dijo que prevé analizar "en los próximos meses" con los sindicatos de trabajadores y las empresas "el nivel de los salarios" para que los "sectores de ingresos fijos no sean los más perjudicados por la crisis".
La réplica a la convocatoria de huelga general estuvo a cargo del jefe de Gabinete de Ministros, el ex sindicalista Alfredo Atanasoff, y la ministra de Trabajo, Graciela Camaño, quienes asumieron ayer, viernes, sus cargos.
"Cuando un país está frente a una crisis de la magnitud de la que tiene Argentina es lógico que haya infinidad de reclamos", dijo hoy el Jefe del Gabinete de Ministros.
Atanasoff, quien llegó a la política desde la órbita sindical, criticó al sindicalista Hugo Moyano por haber convocado a la huelga general en lugar de encarar negociaciones con las empresas para una eventual recomposición salarial.
Aunque admitió que los reclamos de aumentos salariales "son legítimos", insistió en que el "mecanismo apropiado, el más democrático de todos para poder resolver las diferencias entre trabajadores y empleadores, es la negociación colectiva".
El peso argentino ha perdido el 64 por ciento de su valor desde que el Gobierno puso fin a casi once años de paridad cambiaria con el dólar y en esa sintonía han subido los precios de la denominada canasta familiar.
Los sindicatos, con al apoyo de varios legisladores, incluidos del gobernante Partido Justicialista o peronista, reclaman un incremento salarial acorde los índices de devaluación y de suba de los precios de los productos básicos.
Al convocar a la huelga general, Moyano, dirigente del gremio de los camioneros, acusó al Gobierno de continuar con "las mismas políticas de hambre y de ajuste" de anteriores administraciones.
"No creo que este Gobierno sea la continuidad de nada. Los reclamos pueden ser legítimos, pero no comparto la modalidad y la oportunidad de esos reclamos", indicó hoy la ministro de Trabajo en declaraciones a Radio Mitre de Buenos Aires.
Camaño también descartó la posibilidad de convocar de inmediato a negociaciones colectivas para una eventual recomposición salarial.
"El país está parado, está en la lona, y necesitamos primero tener algunas variantes definidas para poder discutir salarios. Necesitamos empresas en crecimiento, estabilizar precios y paliar el enorme desempleo antes de someter al trabajador a una discusión paritaria del salario", indicó.