WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George Bush, ordenó una revisión de las herramientas políticas al alcance de Washington para acelerar reformas políticas en Cuba, reveló hoy el secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, Otto Reich.
"Estados Unidos continuará apoyando la libertad en Cuba. No intentaremos salvar al régimen que se está hundiendo bajo el peso de sus propios fracasos históricos. El Presidente ha ordenado una revisión de las herramientas políticas que tenemos a nuestra disposición para ayudar a acelerar la transición de Cuba hacia la democracia", dijo.
Reich hizo el anuncio en un discurso que pronunció este lunes en la sesión inaugural de la 32 Conferencia de Washington del Consejo de las Américas, que tiene lugar en el Departamento de Estado.
El secretario de Estado, Colin Powell, dijo por su parte que "Cuba no puede permanecer siendo por siempre el único freno en la marcha del hemisferio hacia la democracia y los mercados libres".
"El régimen de Castro hace burlas a la democracia. Empobrece al pueblo cubano. Como el Presidente Bush dijo muchas veces, nuestro objetivo es promover una transición rápida y pacífica a la democracia en Cuba. El pueblo cubano no merece menos", indicó Powell.
Reich, un cubano-americano de Miami con un largo currículum de actuación anticastrista tanto en el sector privado como en la esfera pública, añadió que "el Presidente Bush tiene un profundo compromiso para ayudar al pueblo de Cuba a alcanzar el gran sueño universal de ser libre".
Reich fue designado por Bush para un puesto clave para diseñar e implementar la política de Washington hacia América Latina en enero pasado, durante el receso de verano del Congreso, después de tener el puesto vacante un año porque el Legislativo no logró acuerdo para votar la confirmación.
Los congresistas que están en contra de la designación de Reich argumentan que en los 80, como funcionario del Departamento de Estado, estuvo involucrado en operaciones de apoyo a grupos de ultraderecha y a gobiernos dictatoriales en América Central, así como en el escándalo Irán-Contras, y que mintió cuando testificó sobre estos temas en el Congreso.
Después de ese período, Reich estuvo dedicado al sector privado, trabajando como "lobbista" para empresas de cubanos exiliados en Miami.
"Sé que se habló mucho recientemente sobre los potenciales beneficios que tendría para los empresarios estadounidenses hacer negocios con la Cuba de Castro. Francamente, como ex empresario, esto me deja intrigado", dijo Reich.
"Con tantas otras oportunidades de inversión y de comercio en otros (países) potencialmente lucrativos en América Latina, ¿por qué alguien querría volverse socio de un régimen totalitario y quebrado, donde se debe ser socio del propietario de todos los bienes del país, que decide por sí solo las leyes y las decisiones judiciales, que determina el resultado de las disputas comerciales, y que encarcela o repudia a los socios comerciales con que no está de acuerdo?", preguntó el funcionario.
"Las compañías en Canadá, América Latina y Europa están perdiendo dinero en Cuba porque el gobierno no paga sus cuentas", aseguró.
Reich dijo que tanto Bush como Powell tienen una visión "positiva del futuro de Cuba, un futuro en que el pueblo cubano contribuya a las oportunidades que ofrece la libertad, y comparta" sus beneficios.