MOSCU.- La Armada rusa anunció hoy una inminente expedición de rescate que tratará de recobrar a mediados de este mes restos de la proa del submarino nuclear "Kursk", hundido en el Mar de Barents en agosto de 2000 y reflotado el año pasado.
Un alto oficial de la Armada indicó a la agencia Interfax que la expedición recuperará una antena acústica y parte de un tubo lanzatorpedos del submarino, naufragado en circunstancias aún sin aclarar, en un accidente que causó la muerte de sus 118 tripulantes.
Está previsto que la expedición de rescate zarpe de la base naval de Severomorsk, cerca de Murmansk, el 15 de mayo y la propia operación de recuperación de los restos de la proa tendrá lugar el próximo 20 de mayo, si acompañan las condiciones meteorológicas.
La proa no pudo ser reflotada con el resto del submarino en octubre pasado -cuando se recuperó la mayor parte del que fue joya de la Flota del Norte rusa-, y la primera sección quedó así a 108 metros de profundidad.
En la operación para recobrar los fragmentos mencionados participarán sólo equipos rusos, al contrario que durante la recuperación de cuerpos de la tripulación, en otoño de 2000, y de su reflote, cuando intervinieron especialistas extranjeros.
En principio, en esta ocasión tampoco tomarán parte en el rescate submarinistas, pues se espera recobrar los restos por medio de un sistema de brazos mecánicos y enganches, controlados por control remoto y guiados por el trabajo de cámaras sumergibles.
Los planes contemplan la destrucción de los objetos de la proa irrecuperables y su estructura metálica, destrozada al estallar varios de los torpedos del "Kursk" en el momento del hundimiento, y fue cortada del resto del casco con una sierra de cadena gigante para facilitar el reflote el otoño pasado.
La Marina rusa ha insistido en el valor militar de los restos del "Kursk" que aún quedan en el fondo del mar, y, para dejar claro su interés en que ningún otro país envíe sus navíos a las cercanías del naufragio, desde que el sumergible se hundió el 12 de agosto de 2000 varios barcos de guerra patrullan la zona.
El astillero Nerpa, situado en Snezhnogorsk, junto a Murmansk, ha sido la instalación elegida para el desguace del casco recuperado del "Kursk" y la retirada de los dos reactores nucleares encargados de suministrar la energía utilizada para la propulsión del barco.
Las tareas de desmantelamiento del submarino y desmontaje de los reactores -con un coste de diez millones de dólares- se han visto retrasadas porque los especialistas que trabajan con el "Kursk" no han sido pagados.
El ingeniero jefe de Nerpa, Rostislav Rimbenok, señaló la semana pasada que su planta de desmantelamiento no ha recibido "un solo kópeck" de los ministerios de Defensa y Energía Atómica, por lo que ha sido preciso dedicar a la tarea parte del dinero empleado en el desarme de otros submarinos atómicos.
A pesar de la desastrosa situación económica de la operación de desguace del "Kursk", Rimdenok prometió que no se venderán como "recuerdos" fragmentos de metal del malogrado submarino como algunas empresas propusieron ya a Nerpa.
"No haremos esto, la tragedia del Kursk es una tragedia para todos", señaló.