LIMA.- La Organización Internacional de Trabajo (OIT) exhortó este lunes a erradicar el trabajo infantil en América Latina, realizando mayores inversiones en la niñez y adolescencia, así como su inserción en acuerdos regionales.
Según un informe de la OIT, América Latina tiene 17,4 millones de niños en edades de entre 5 y 14 años privados de su niñez por la necesidad de buscar un empleo.
"Existe la necesidad de desarrollar una nueva generación de política que trascienda la preocupación por el equilibrio macroeconómico e impulse transformaciones en la estructura productiva en favor de la niñez", dijo en Lima el director regional para América Latina de la OIT, Agustín Muñoz.
"Se debe sostener la inversión en niñez y adolescencia y su inserción en acuerdos regionales y subregionales, que puede y debe garantizar la estabilidad política, competitividad económica e integración social", agregó.
A nivel mundial, 246 millones de niños con edades entre 5 y 17 años tiene un empleo y de ellos, 180 millones de menores realizan trabajos peligrosos, según el informe de la OIT, una entidad de las Naciones Unidas, presentado el lunes en Ginebra.
La oficina regional de la OIT dijo que de los 17,4 millones de niños trabajadores en América Latina en labores de pequeña minería, turismo sexual y trabajo informal, Brasil registra siete millones de menores.
Sin embargo Brasil es también el país que ha logrado mayores avances en la erradicación del trabajo infantil, según la OIT.
"Brasil tiene un foro constituido en el tema y la voluntad política para la disminución del trabajo de menores así como una bolsa escolar que cubre a un millón y medio de menores", dijo Eliseo Cuadrado, director para América Latina del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil.
Después de Brasil, los países de Latinoamérica que han logrado avances en su política relacionada a la niñez es Costa Rica, Colombia y Ecuador, con mayores presupuestos para educación infantil, uno de los pilares para combatir el trabajo infantil, dijo el informe de la organización.
"La OIT apuesta por las reformas educativas públicas como una factor clave de cohesión e integración social, en los programas contra la pobreza se debe incluir la educación obligatoria para los menores de edad", afirmó Muñoz.
"No renunciemos a la utopía de pensar en un mundo distinto donde los adultos tengan un trabajo decente y los niños puedan estudiar", agregó.