BOSTON.- El cardenal Bernard Law acudió el miércoles a un tribunal de Boston para responder a los cargos de negligencia en la supervisión de un sacerdote pedófilo cuyo caso desencadenó la crisis de abuso sexual en la Iglesia católica estadounidense.
El prelado, acompañado por un asistente y en medio de estrictas medidas de seguridad, entró en el pequeño recinto sin formular comentarios.
Tres manifestantes exhibían carteles frente al tribunal. Uno, que sostenía un hombre que dijo haber sido víctima del sacerdote retirado Paul Shanley, decía: "Sr. Law, diga la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, para que Dios le ayude".
Nadie hizo comentarios: ni Mitchell Garabedian, que interrogará al cardenal por las demandas relativas al sacerdote destituido John Geoghan, ni el abogado del cardenal, Wilson Rogers. Garabedian llegó acompañado del demandante Mark Keane.
Se considera que las declaraciones se prolongarán varios días, a las que podrían seguir una segunda serie si un juez acelera las audiencias del mes próximo en un caso contra Shanley.
Shanley se declaró inocente el martes de los cargos de violaciones reiteradas de un niño y se dispuso su detención bajo fianza de 750.000 dólares.
Mientras tanto, otro ex sacerdote de la zona de Boston fue acusado el miércoles de violación de un menor. El religioso Ronald Paquin, de 59 años, se declaró inocente.
El cardenal Law atestiguará bajo juramento cuando se le interrogue sobre las denuncias de abuso sexual que pesan sobre Geoghan, que fue condenado de caricias indecentes a un niño de 10 años y está acusado de abusar de veintenas de menores.
El prelado ha sido objeto de un intenso escrutinio desde que se supo que la arquidiócesis de Boston trasladó a Geoghan de una a otra parroquia pese a las denuncias reiteradas de que era pedófilo.
La sesión a puertas cerradas será videograbada para poder utilizarse como testimonio en el caso de que el cardenal no estuviere disponible para un juicio.
En esa instancia la grabación podría hacerse pública, y el juez Constance Sweeney dejó abierta la posibilidad de que se pueda difundir una transcripción.