LARNACA, Chipre.- Trece militantes palestinos deportados desde Israel llegaron el viernes a Chipre, a bordo de un avión militar británico.
Los 13 milicianos, que Israel considera terroristas, dejaron el viernes al amanecer la Iglesia de la Natividad, en Belén, y se prevé que permanecerán aquí por lo menos hasta el lunes.
Su deportación fue parte de un acuerdo elaborado juntamente con Estados Unidos y la Unión Europea para poner fin al asedio israelí de la iglesia, que duró cinco semanas. Más de 120 personas salieron de la iglesia, de las cuales 26 palestinos fueron enviados a Gaza y los 13 militantes al exilio, e Israel debe retirar sis tropas de la ciudad bíblica, que está bajo toque de queda desde el 2 de abril.
El canciller chipriota Yiannakis Cassoulides anunció el jueves a la noche que su país aceptaría a los 13 milicianos de manera temporaria.
El avión con los milicianos, un Hércules de la fuerza aérea británica, aterrizó en Larnaca poco antes de las 13 (1000 GMT).
Un auto blindado de la policía chipriota siguió al avión mientras carreteaba hasta un lugar del aeropuerto donde aguardaban una ambulancia y varios patrulleros.
Veinte agentes de uniformes negros y armados con pistolas rodearon el avión. Otro blindado se situó junto al extremo opuesto.
Poco después, los 13 milicianos descendieron y abordaron un minibús estacionado casi bajo la cola del Hércules.
Uno de los palestinos bajó en camilla y lo llevaron a la ambulancia.
Todos los vehículos partieron en caravana hacia Larnaca.
Los 12 palestinos quedaron alojados en el hotel Flamingo, sobre el bulevar de la playa de Larnaca, bajo vigilancia policial y sin permiso para recibir visitas.
El palestino herido, Jihad Jaara, fue internado con una herida de bala en una pierna.
La crisis comenzó el 2 de abril, cuando más de 200 personas se refugiaron en la iglesia, que marca el tradicional sitio de nacimiento de Jesús, huyendo de tropas israelíes. Al principio Israel insistió en que se rindieran los hombres armados que había entre los refugiados, pero abandonó la demanda cuando los palestinos aceptaron que 13 de los militantes más veteranos fuesen deportados, y otros enviados a Gaza.