RIO DE JANEIRO.- La candidatura a la Presidencia de Brasil del socialdemócrata José Serra, el delfín del actual mandatario Fernando Henrique Cardoso, volvió a ser salpicada hoy por denuncias de corrupción contra uno de sus antiguos asesores.
El ex dirigente del Banco do Brasil Ricardo Sergio de Oliveira es acusado de cobrar propina de empresarios durante la subasta de privatización de la compañía minera Vale do Rio Doce.
La revista brasileña "Epoca", que salió hoy al mercado, confirmó, en un amplio reportaje, informaciones publicadas en la última edición del semanario "Veja" que lanzan sospechas contra Oliveira, quien fue dos veces tesorero de campaña de Serra.
Las dos publicaciones sostienen que, en la época de la privatización de la empresa, en 1997, Oliveira exigió una propina de 15 millones de dólares del empresario Benjamin Steinbruch, para actuar como intermediario en la formación del consorcio que asumió el control accionario de la Vale.
Remitiéndose a fuentes no identificadas, "Epoca" reveló hoy que Steinbruch pagó "la mayor parte" del monto solicitado, porque pensaba que Oliveira hablaba en nombre del partido de Cardoso y Serra, el de la Social Democracia Brasileña (PSDB): "Cuando descubrió que el dinero quedó en manos de Ricardo Sergio (Oliveira) y sus amigos, decidió que no pagaría ni un centavo más", dijo la fuente.
La revista reveló además que existen sospechas según las cuales el ex dirigente del Banco do Brasil habría cobrado propinas también a empresarios que participaron en el proceso de privatización de las empresas de telecomunicaciones, en julio de 1998.
Según la publicación, el consorcio Telemar, que controla la telefonía fija en diez Estados brasileños, fue presionado a pagar comisiones "por servicios prestados" en la subasta de privatización.
Las presiones se habrían originado de dos empresarios -José Brafman y Miguel Ethel-, quienes también actuaron como intermediarios en el tema de la cobranza de propina a Steinbruch.
Las denuncias contra Oliveira salieron a la luz varios años después del proceso de privatizaciones, y menos de cinco meses antes de los comicios presidenciales del 6 de octubre, en los que Serra aparece hoy como el principal rival del líder de los sondeos, el izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva.
Serra sostuvo que las denuncias que buscan vincularlo con Oliveira representan una ’’maniobra de la derecha’’ para desgastar su candidatura.
El Partido del Frente Liberal (PFL), que en marzo abandonó la coalición oficialista que apoya el gobierno de Cardoso, admitió esta semana la posibilidad de volver a aliarse al PSDB, pero impuso como condición para ello la sustitución de Serra por otro candidato.
Esa hipótesis ha sido tajantemente descartada en una nota oficial firmada por el presidente del PSDB, el senador José Aníbal, quien, aludiendo a los líderes del partido conservador, dijo que ’’la candidatura del senador José Serra no es un acto personal y no está sujeta a contestaciones o ultimátum’’.
El Congreso brasileño invitó a todos los involucrados en el escándalo de propinas en la privatización a declarar la semana próxima ante la Comisión de Control del Senado.
Además de Oliveira y de Steinbruch, fueron llamados a dar informaciones sobre el caso el ministro de Educación, Paulo Renato de Souza, y el ex ministro de Comunicaciones Luiz Carlos Mendonca de Barros, quienes admitieron conocer las denuncias sobre la cobranza de propinas.
Según un sondeo divulgado hoy por la empresa Toledo y Asociados, Serra ocupa actualmente el segundo lugar en la disputa electoral, con un 22,8 por ciento de la intención de voto, y es ampliamente superado por el izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva, quien concentra un 39,4 por ciento de las preferencias.