JAMU, India.- En el ataque más cruento en seis meses, presuntos militantes islámicos atacaron a tiros el martes una base del ejército indio en las afueras de la capital de invierno de Cachemira y por lo menos 30 personas murieron, informó la policía.
Tres supuestos militantes, vestidos con uniformes del ejército, descendieron de un autobús frente a un campamento del ejército en Kaluchak y dispararon contra los soldados, precisó Subhash Raina, superintendente de la policía. Siete pasajeros murieron inmediatamente, agregó.
Los atacantes irrumpieron luego en el sector residencial del campamento y mataron a 20 soldados y familiares de éstos, dijo el director general de la policía Ashok Kumar Suri. Los tres militantes también murieron.
Kaluckak está a 10 kilómetros al sur de Jamu, la capital de invierno del estado indio de Jamu y Cachemira.
Una agencia noticiosa local dijo haber recibido dos llamados telefónicos de personas que se atribuyeron el ataque, pero ninguno de los dos parecía verosímil. Uno era de un grupo hasta ahora desconocido, Al-Mansoorain, y el otro de Jamiat-ul-Muyahedín, que hace llamados similares después de los ataques de militantes en Cachemira.
Cuando los grupos rebeldes lanzan ataques suelen llamar a los principales medios informativos.
Los atacantes abordaron el autobús en Vijaipur, un pueblo a 10 kilómetros al sur de la frontera con Pakistán, país al que India acusa de apoyar a los militantes islámicos en Cachemira. El autobús se dirigía de Jamu a Manali, en el estado norteño de Himachal Pradesh.
El ataque se produce mientras la secretaria asistente de estado norteamericana, Christina Rocca, se reunía el martes con funcionarios indios para instarles a reanudar el diálogo con Pakistán.
Más de una docena de grupos militantes islámicos luchan desde 1989 por la independencia del sector de Cachemira controlado por India, o su fusión a Pakistán.
India y Pakistán han desplegado cientos de miles de soldados en sus fronteras y la línea de cese de fuego que divide Cachemira, que ambos países reclaman para sí. El despliegue militar empezó cuando supuestos militantes islámicos atacaron el parlamento indio el 13 de diciembre y mataron a 14 personas.
Nueva Delhi culpó a los rebeldes islámicos apoyados por Pakistán por el ataque suicida, y Pakistán lo negó.