LA HABANA.— El ex Presidente estadounidense Jimmy Carter condenó este martes el embargo que su país impone a Cuba desde hace más de cuatro décadas, pero pidió a su vez al gobierno del presidente Fidel Castro que abra sus cárceles para una visita de inspección de la ONU y de la Cruz Roja Internacional.
"Quisiera pedir a ustedes que permitan al Comité Internacional de la Cruz Roja que visite las prisiones y que reciban al Comisionado de Derechos Humanos de la ONU para que examine temas como el de los prisioneros de conciencia", dijo Carter en un discurso pronunciado en español ante la presencia del Presidente Castro.
En su alocución, difundida en directo por una cadena de radio y televisión, Carter subrayó que "Cuba ha adoptado un gobierno socialista donde no se permite que su pueblo organice ningún tipo de movimientos de oposición".
Condenó a su vez el embargo que Washington impone a la isla desde hace más de 40 años y exhortó a los gobernantes de ambas partes a dejar de lado "la beligerancia y tender puentes de reconciliación" para asegurar un futuro de paz.
"No he venido acá a interferir en asuntos internos de Cuba, sino a extender una mano de amistad hacia el pueblo cubano y ofrecer una visión del futuro para nuestros dos países", explicó el ex mandatario demócrata, de 77 años, quien cumple el tercer día de una histórica visita a la isla comunista.
Carter también emitió duros conceptos hacia los gobiernos de Estados Unidos que tuvieron responsabilidad en las últimas décadas en su política de enfrentamiento con Cuba e instó a moderar las críticas y buscar caminos de acercamiento bilateral.
"Durante 42 años, nuestras dos naciones se han encontrado atrapadas en un dañino estado de beligerancia. Ha llegado la hora en la que debemos cambiar nuestras relaciones y la forma en que pensamos y hablamos uno del otro", sostuvo.
Y agregó que "debido a que Estados Unidos es la nación más poderosa, somos nosotros quienes debemos dar el primer paso" hacia una etapa de conciliación.
Carter reiteró su rechazo al embargo de Washington sobre la isla y afirmó que esa medida "induce a la ira y al resentimiento, restringe la libertad de los ciudadanos de Estados Unidos y dificulta el que podamos intercambiar ideas".
"Quiero que lleguemos a ser amigos y nos respetemos unos a otros", señaló.