WASHINGTON.- El Senado de EE.UU. aprobó hoy una enmienda al proyecto de ley de Autoridad de Promoción Comercial (TPA) que reduciría la capacidad del presidente George W. Bush para negociar acuerdos comerciales con otros países.
En un duro revés para la campaña del Gobierno de negociar acuerdos comerciales, la iniciativa, presentada por el senador demócrata Mark Dayton y el republicano Larry Craig, permite que el Congreso modifique acuerdos concertados por el presidente si considera que podrían perjudicar a la industria estadounidense.
La enmienda constituye un nuevo obstáculo para el proyecto de la TPA, que ya había recibido la venia de la Cámara de Representantes en diciembre del año pasado, pese a que los líderes del Senado dijeron la semana pasada que existía un acuerdo para su aprobación.
Antes de que se respaldara la enmienda, la Casa Blanca había advertido de que vetaría una ley de promoción comercial que la incluyera.
Poco antes, el Senado había rechazado por 61 votos a 38 un intento por eliminar la disposición del proyecto de la TPA.
Bush ha dicho que una autoridad de promoción comercial es crucial para que EE.UU. ingrese a una nueva ronda de negociaciones en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
También ha señalado que es vital para la concertación de acuerdos que, en última instancia, conducirán a la creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en el 2005.
La amenaza del veto presidencial "es un mensaje sincero al Senado para que proteja el libre comercio y derrote la enmienda", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, durante una rueda de prensa previa a la aprobación de la enmienda.
Agregó que la iniciativa constituye una fuente de "preocupación muy seria" porque mina "la causa y propósito del libre comercio".
La carta también fue firmada por la Secretaria de Agricultura Ann Veneman y el Representante de Comercio Exterior de EEUU, Robert Zoellick.
Sin la enmienda, el proyecto de ley sobre la TPA (llamada "fast track" hasta el año pasado) establece que el Congreso puede rechazar o aceptar esos acuerdos en su totalidad, sin efectuar cambios.
Sin embargo, la enmienda otorga al Congreso la facultad para rechazar cualquier parte de un acuerdo comercial que, en su opinión, debilite las leyes federales contra las prácticas desleales.
El secretario de Comercio Don Evans, había dicho al Senado en una carta que la enmienda Dayton-Craig debilita gravemente el proyecto de ley y no tiene "justificación alguna".
La injerencia del Congreso en los convenios comerciales echaría por tierra cualquier negociación comercial "en detrimento de los trabajadores, agricultores y consumidores en EE.UU.", agregó.
Pero Craig manifestó que la aprobación de la enmienda es un mensaje a los potenciales socios comerciales de EE.UU. en el sentido de que el Congreso respalda las leyes contra la competencia desleal.
La enmienda "básicamente mutila la autoridad para la promoción comercial y hace que toda nuestra labor sea en vano", comentó Jerry Jasinowski, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes.
El senador republicano Phil Gramm denunció que la iniciativa es una "enmienda proteccionista" que destruirá "nuestra capacidad para negociar reducciones" en las barreras comerciales.