CIUDAD DEL VATICANO.- En vísperas de su cumpleaños 82, el gran debate sobre el retiro del Papa Juan Pablo II ha vuelto a ganar fuerza.
¿Se retirará finalmente el Pontífice por razones de salud? Y si fuese así, ¿Cuándo? El Vaticano dice que no. Dos cardenales dicen que quizás, algún día.
Eso fue suficiente para que la prensa italiana retomara con energía el tema en vísperas del cumpleaños del papa polaco el sábado.
"La sombra del retiro se cierne sobre el Papa", dijo un titular del periódico italiano Il Giornale de MilDn.
Los papas usualmente reinan de por vida. Il Giornale fue uno de los tantos periódicos italianos que dedicaron varias páginas a la posibilidad de que Juan Pablo II se convierta en el primer pontífice en retirarse en más de 700 años.
El miércoles, el propio Papa, en lo que pareció un comentario para detener rumores del posible retiro que aparecen cada vez que alcanza un momento cumbre en su papado, le dijo a los peregrinos durante su audiencia semanal que deseaba continuar con su ministerio.
Pero al día siguiente los rumores se alimentaron con los comentarios de dos cardenales, que dijeron creer que el Pontífice tendría el valor de renunciar por razones de salud si fuera necesario.
"Creo que l tendría el valor de retirarse si razones de salud le impiden continuar llevando a cabo su ministerio", dijo el cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa. Maradiaga sólo tiene 59 años y llegó al purpurado el año pasado.
Un comentario similar hizo el cardenal Joseph Ratzinger, quien ostenta ese grado eclesiástico desde hace 25 años y es hombre de confianza del Papa.
"Si él ve que ya no puede continuar más, entonces con seguridad se retirará", declaró a un periódico católico alemán Ratzinger, de 75 años.
El último Papa que dimitió voluntariamente fue Celestino V. en 1294. Gregorio XII abdicó a regañadientes en 1415 para poner fin a una disputa con un rival a la Santa Sede.
Ratzinger dijo que el Papa, quien sufre la enfermedad de Parkinson y problemas de movilidad relacionados con una herida en una pierna, "resistirá mientras el problema sea un asunto de sufrimiento".
El cardenal indicó que el Pontífice aún tenía el gobierno de la iglesia "firmemente en una mano" aunque en los últimos años había delegado más funciones a sus asistentes.
Afectado por el parkinson
Desde 1993, el Papa ha tenido los inconfundibles síntomas de la enfermedad de Parkinson, un trastorno del sistema nervioso central que podría conducir a un tipo de problema mental que tiene el frío término médico de "demencia".
Su mano derecha tiembla, a menudo de forma incontrolable. Sus músculos faciales están endurecidos.
La enfermedad también provoca lentitud de movimiento debido a los problemas del cerebro en trasmitir instrucciones al cuerpo. También conlleva a problemas en el habla y la respiración y a una postura encorvada.
Algunas fuentes de la Iglesia dicen que los comentarios de renuncia por Ratzinger, Maradiaga y otros en los últimos años, pueden ser parte de un sutil intento del Vaticano para preparar a los fieles con vistas a un eventual retiro.
Pero un amigo de la infancia del Papa en Polonia, Jerzy Kluger, quien ahora vive en Roma, le dijo a la televisión italiana: "Por lo que conozco de su carácter él nunca renunciará. El quiere servir a la Humanidad hasta el final".
A menudo, en el pasado los medios de prensa han colocado al Pontífice en su lecho de muerte o a la puerta del retiro.
En 1994, la revista dominical de uno de los principales periódicos del mundo publicó una historia en portada diciendo que el fin del Papa estaba a la vista.
De los seis cardenales entrevistados como sus posibles sucesores en ese momento, uno murió y dos se han retirado.
Desde entonces, Juan Pablo II ha realizado 33 viajes internacionales, y el próximo miércoles, poco después de cumplir 82 años, comenzará su viaje número 96 al exterior, a Azerbaiyán y Bulgaria.