GINEBRA.- La Asamblea Mundial de la Salud aprobó hoy, viernes, una resolución en la que pide a los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se refuerce la vigilancia para hacer frente al posible uso deliberado de agentes biológicos o químicos y ataques nucleares.
El texto, adoptado por consenso, insta a los países a disponer de planes nacionales de vigilancia de las enfermedades, que sean complementarios con otros mecanismos regionales y mundiales contra las amenazas de terrorismo biológico, químico o nuclear.
La resolución pide que los Estados "colaboren entre sí en el terreno de la epidemiología, el diagnóstico en laboratorio, la toxicología y el tratamiento".
La Asamblea hace un llamamiento a los países para que traten "cualquier uso deliberado, aunque sea local, de agentes biológicos o químicos y ataques nucleares para causar daño como una amenaza para la salud pública mundial".
En ese sentido, invita a las autoridades a "responder a tales amenazas en otros países compartiendo sus conocimientos y recursos para contenerlas con celeridad y mitigar sus efectos".
La Asamblea pide a la directora general de la OMS, Gro Harlem Brundtland, que proporcione a los países en desarrollo los medios necesarios para fortalecer sus sistemas nacionales de salud, especialmente en la preparación para emergencias y planes de respuesta a posibles ataques de este tipo.
El documento, elaborado por expertos de la OMS, aconseja a los Estados miembros una "vigilancia nacional más eficaz de los brotes de enfermedades" susceptibles de tener relación con agentes biológicos y químicos.
También aboga por una "mejor comunicación entre los organismos responsables", como los servicios de salud pública, abastecimiento de agua, inocuidad de los alimentos, veterinaria, seguridad radiológica y nuclear, control de intoxicaciones y otros conexos, para que coordinen mejor sus respuestas.
El texto recomienda "mejores evaluaciones de la vulnerabilidad y una comunicación eficaz sobre los riesgos, tanto para los profesionales como para el público".
El documento aconseja "preparación para tratar las consecuencias psicosociales del uso deliberado de agentes patógenos y productos químicos para causar daño" y el establecimiento de "planes de contingencia para mejorar la capacidad de respuesta" a este tipo de atentados.