DUBLÍN.- El primer ministro Bertie Ahern y su partido Fianna Fail se encaminaron el sábado a una resonante victoria en las elecciones irlandesas, a la vez que los republicanos de línea dura del Sinn Fein, que desean una Irlanda unida, también lograron avances.
Impulsado por el mayor progreso económico en la historia de Irlanda, Ahern podría ser reelecto por mayoría, por primera vez en un cuarto de siglo, en el Dail -cámara baja del Parlamento- de 166 escaños.
En varios distritos claves de todo el país, Fianna Fail o su aliado en la coalición conservadora, los Demócratas Progresistas, estaban listos para ganar escaños, la mayoría a expensas del principal partido de oposición, el centrista Fine Gael, indicaron los conteos parciales de la votación del viernes.
Sinn Fein, el ala política del Ejército Republicano Irlandés, que libró una sangrienta campaña de 30 años contra el gobierno británico de Irlanda del Norte, estaba logrando avances, fundamentalmente en Dublín y en el occidental condado Kerry.
Sinn Fein, aspirando a convertirse en un partido de "toda Irlanda" con más poder en la república del sur así como en el norte, obtuvo un siete por ciento de votos, de acuerdo con una encuesta a la salida de las urnas, en un drástico incremento desde su 2,5 por ciento en las elecciones de 1997.
Su candidato Martin Ferris, un traficante de armas convicto del IRA fue de los que más votos obtuvo en North Kerry de acuerdo con conteos preliminares, por delante incluso del ex canciller y veterano miembro del Parlamento por el Partido Laborista, Dick Spring.
"Esas son buenas noticias para nosotros", dijo Martin McGuinness, segundo en rango en el Sinn Fein.
"Creo que es suficiente decir en este momento que estamos en camino de lograr nuestro objetivo. Nuestro voto aumenta en cada distrito electoral, estamos totalmente encantados con esto y creo que éste es un buen día para el proceso de paz", dijo.
Sinn Fein asegura que convertirse en un partido para toda Irlanda puede ayudar a impulsar el acuerdo de paz de Viernes Santo, firmado en 1998, que instauró un sistema de compartimiento del poder entre protestantes y católicos en el norte.
Los resultados de los distritos electorales donde la votación del viernes se realizó electrónicamente le dieron a Fianna Fail seis de 12 escaños.