SEUL.- Las autoridades de Corea del Sur reconocieron hoy la detección de dos nuevos casos de fiebre aftosa en el país y han insistido en sus esfuerzos para evitar que la enfermedad continúe su extensión, cuando faltan menos de quince días para la inauguración del Mundial el 31 de mayo en Seúl.
Los últimos animales contaminados pertenecen a dos explotaciones ganaderas de Anseong, a 80 kilómetros al sur de Seúl, donde se localizó el brote de la enfermedad el pasado 2 de mayo, pero se han detectado al borde de la zona de cuarentena, lo que ha aumentado la preocupación en el ministerio de Agricultura surcoreano.
’’Intentamos contener la propagación de la enfermedad y reforzar las medidas de desinfección’’, indicó un portavoz del citado ministerio, que ha ordenado el sacrificio de 2.000 animales -cerdos- tras este nuevo brote.
Hasta el momento y tras la detección de la fiebre aftosa a comienzos de mayo, Corea del Sur ha sacrificado a más de 92.000 cerdos en un radio de 3 kilómetros alrededor de las granjas afectadas, situadas en Anseong y en los condados vecinos de Jinchon y Yongin.