BOGOTÁ.- La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) pidió este domingo al gobierno desmilitarizar los departamentos de Putumayo y Caquetá (sur) para realizar nuevos diálogos y señaló que, sea quien sea electo como nuevo presidente, el conflicto armado debe tener una solución política.
En un comunicado firmado por el Secretariado del Estado Mayor Central y leído por el portavoz político de esa organización, Alfonso Cano, a una semana de los comicios presidenciales, se señala que "las FARC-EP les reiteran al pueblo colombiano y al nuevo presidente, sea quien fuere, su profunda convicción en la urgente necesidad de la solución política al conflicto social y armado que padece la familia colombiana".
Las FARC indican su disposición a llevar a cabo nuevos diálogos para lo cual piden como condiciones la "desmilitarización de los departamentos del Putumayo y Caquetá" y "excluir del lenguaje de los funcionarios oficiales los calificativos de ’terroristas y narcoterroristas" para referirse a esa organización.
También piden las FARC una "política clara del Gobierno ante el pueblo para erradicar el paramilitarismo como política oficial del Estado, financiado fundamentalmente con dineros del tráfico y comercialización de drogas, la CIA y algunos industriales, como lo ha reconocido su mismo jefe".
Agrega que debe haber "castigo y destitución para los militares, policías y demás funcionarios gubernamentales implicados en esta actividad criminal; castigar igualmente a los promotores, instigadores y financiadores" de los paramilitares.
Los departamentos de Caquetá y Putumayo pedidos por las FARC para su desmilitarización suman en total un área superior a los 100.000 km2 y constituyen dos de las principales zonas productoras de cocaína.
Las FARC ocuparon durante más de tres años -desde enero de 1999 hasta el 20 de febrero de 2002 un área de 42.000 km2, acordada por el presidente Andrés Pastrana para llevar a cabo allí diálogos de paz que finalmente se rompieron en esta última fecha.
Desde entonces han llevado a cabo una intensa campaña de violencia contra la infraestructura productiva y las grandes ciudades, pero en medio han señalado en algunas oportunidades su intención de dialogar con el nuevo presidente del país.
Colombia celebrará su elección presidencial el próximo domingo, siendo el favorito Alvaro Uribe, un independiente de derecha que ha señalado que tendrá una política de firmeza y autoridad frente a la guerrilla.
Uribe fue un crítico acérrimo de la zona de distensión de 42.000 km2, por señalar que ésta servía a las FARC para mantener allí secuestrados y para reorganizarse militarmente.