LA HABANA.- Algunos disidentes en Cuba dijeron este lunes que el apoyo sostenido del Presidente estadounidense George W. Bush hacia el embargo comercial y otras políticas severas daña los esfuerzos en busca de una apertura democrática en esta isla comunista.
"Hay que hacer cambios pero hay que hacer cambios por ambos lados", dijo el conocido opositor político Vladimiro Roca, quien fue excarcelado a comienzos de este mes, unos 60 días antes de cumplir su sentencia de cinco años.
"Se mantiene crispada la relación entre los dos países", dijo Roca, quien reaccionó al discurso pronunciado por Bush la mañana del lunes, respecto de la política de Washington hacia Cuba. "Esta relación tan crispada puede empeorar nuestras esperanzas de adelantar una transición a la democracia".
Según Roca, "diálogo, negociación y reconciliación" lograrán más que la continuación de las políticas severas de Estados Unidos.
Sin embargo, Roca y el activista por los derechos humanos Elizardo Sánchez reconocieron que el mensaje de Bush fue más moderado de lo que esperaban.
Añadieron que varias partes les parecieron positivas, especialmente la convocatoria de Bush a la reanudación del servicio postal entre los dos países y su referencia al Proyecto Varela, que contempla la realización de un referéndum sobre varias reformas.
El ex presidente estadounidense Jimmy Carter mencionó también el Proyecto Varela la semana anterior en un inusitado discurso en directo ante el pueblo cubano. Fue la primera vez que la mayoría de los cubanos escuchaba de la petición que reunió más de 11.000 firmas de simpatizantes.
La propuesta busca realizar una votación nacional sobre varias garantías individuales, como la libertad de expresión, el derecho de poseer un negocio, amnistía para los presos políticos y reforma electoral. El gobierno cubano ha dado pocas esperanzas de éxito a la iniciativa.
"La mayoría del discurso fue más de lo mismo. La misma retórica crispada del tiempo de la Guerra Fría que ha caracterizado durante 40 años la relación entre ambos gobiernos", consideró Sánchez.
"El discurso de Bush se quedó muy detrás del pronunciado por el ex presidente Jimmy Carter la semana pasada a la nación cubana", añadió. "El discurso de Carter reflexionó el punto de vista de la gran mayoría silenciosa en ambos países, que quiere mejores relaciones".
Los dos disidentes se mostraron preocupados de que la promesa de Bush de incrementar la financiación del gobierno estadounidense a los organismos no gubernamentales que trabajan con el pueblo cubano socave sus esfuerzos.
"Es inaceptable cualquier tipo de ayuda proveniente de los gobiernos por nuestro trabajo, y mucho menos un gobierno como Washington, que tiene malísimas relaciones con Cuba".