BUENOS AIRES.- Los argentinos creen que la crisis económica que sufre el país puede agravarse y que la devaluación del peso terminará en una hiperinflación, factores que provocaron la baja popularidad de Presidente Eduardo Duhalde y el pedido de elecciones anticipadas, según un sondeo divulgado este lunes.
"De los casi 30 puntos de imagen positiva con que Duhalde inició su gestión, cayó en mayo a 9 por ciento", con sólo 1 ciento que lo juzga "muy bien" y 8 por ciento "bien", dijo un estudio de la consultora "Catterberg y Asociados".
Asimismo, el 56 por ciento de los consultados consideró necesario realizar elecciones presidenciales anticipadas, y no en los meses finales del 2003 como está previsto.
Duhalde asumió en enero designado por una Asamblea Legislativa, tras la renuncia de dos mandatarios, pero su popularidad se derrumbó ante su imposibilidad de poner fin a una recesión de cuatro años y a la pérdida del poder adquisitivo tras la devaluación.
Argentina vive la peor crisis de su historia, con un desempleo que afecta a uno de cada cuatro personas en edad de trabajar y una pobreza que golpea a la mitad de los 36 millones de habitantes del país.
La devaluación de la moneda local, que ya perdió más del 70 por ciento de su valor frente al dólar desde enero, generó una subida en los precios minoristas del 21,1 por ciento en el primer cuatrimestre, mientras los salarios siguen congelados o en caída por el alto desempleo.
"En ese lapso su imagen negativa pasó de 24 por ciento a 59 por ciento. En la actualidad 6 de cada 10 argentinos evalúa críticamente al Presidente, sólo 1 de cada 10 lo apoya, mientras que 3 de cada 10 juzgan su gestión como regular", añadió el estudio.
El mandato interino de Duhalde debería extenderse hasta diciembre del 2003, por lo que el gobierno piensa convocar a elecciones presidenciales para septiembre de ese año, pese a los insistentes pedidos de la población en las constantes manifestaciones de adelantar los comicios.
Las protestas reflejan la furia de la población por la situación social y por la decisión de Duhalde de congelar los depósitos bancarios para frenar una salida de fondos de las entidades que ponía en riesgo el sistema financiero.
Pero Duhalde ha dicho en varias oportunidades que no renunciará y que no es conveniente adelantar las elecciones porque, ante el enojo popular contra la clase política, el candidato ganador de un comicio no sería representativo.
Sin embargo, "el 56 por ciento avala esta idea (de adelantar las elecciones presidenciales), mientras que sólo el 34 por ciento piensa que debe cumplirse el mandato de Duhalde hasta el 2003", dijo el estudio.
"Casi cinco meses después de iniciada la gestión de Duhalde, los argentinos cambiaron marcadamente de opinión: en enero pedían adelantar las elecciones sólo el 36 por ciento y los que propugnaban la continuidad del Presidente alcanzaban al 56 por ciento", agregó.
Constantemente, miles de manifestantes le piden a Duhalde "que se vaya" y le recuerdan que "yo no lo voté".
"El 63 por ciento cree que el Presidente deberá abandonar el gobierno antes de la fecha prevista y apenas el 28 por ciento piensa que se mantendrá hasta el 2003", puntualizó el estudio.
"Catterberg y Asociados" realizó su sondeo en las capitales más pobladas de Argentina en base a encuestas a 602 personas entre el 10 y el 13 de mayo. El estudio tendría un error de más o menos 4,0 por ciento.