ROMA.- La cumbre OTAN-Rusia del próximo día 28 en Italia estará rodeada de excepcionales medidas de seguridad, como la presencia de agentes en los aviones de línea que aterricen y despegue de Roma, según han exigido las autoridades italianas.
Esta iniciativa sin precedentes pretende evitar posibles ataques terroristas similares a los del 11 de septiembre, en una cita a la que acudirán los 19 jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la OTAN, así como el Presidente ruso, Vladimir Putin.
La base militar de Pratica di Mare, a unos 30 kilómetros al sur de Roma, será el escenario de este histórico encuentro, en el que se rubricará la creación de un organismo militar conjunto.
Por este motivo, el Ente de aviación civil italiano (Enav) exige a las compañías aéreas que utilizan el aeropuerto romano de Fiumicino que incluyan personal de seguridad en sus aparatos, según una circular cuyo contenido se conoció hoy.
Los pilotos deberán confirmar por radio a la torre de control la presencia a bordo de los agentes antes de recibir el permiso para aterrizar o despegar del aeropuerto romano, según reclama el Enav.
Esta inusual medida ha sido decidida por el Gobierno italiano, previa consulta con los ministerios de Interior y Defensa, y se incluye dentro de lo que el responsable de los servicios secretos, Franco Frattini, califica de "un nivel de alerta como nunca se ha conocido en Italia".
Las compañías aéreas, que deben confirmar antes del próximo domingo su adaptación a las nuevas medidas, han reaccionado con sorpresa a la petición y alegan falta de personal especializado y las dificultades logísticas que conlleva.
Algunas aerolíneas incluso han apuntado que sería más adecuado el cierre total de Fiumicino durante la duración de la cumbre y la búsqueda de un aeropuerto alternativo.
El escenario de la histórica reunión OTAN-Rusia será la base militar de Pratica di Mare, que estará protegida por unos 14.000 soldados y policías y en cuyas proximidades se desplegarán misiles antiaéreos, unidades navales, vehículos blindados y grupos especiales de intervención.
El espacio aéreo en la zona permanecerá cerrado y un número indeterminado de aviones estarán preparados para "interceptar" cualquier aparato sospechoso, según fuentes de las Fuerzas Armadas.
Un satélite militar vigilará por la seguridad de las comunicaciones de los participantes en la cumbre, que será cubierta por cerca de 2.000 informadores desde un centro de prensa que brigadas de operarios se ocupan de ultimar en estos días, al igual que el hangar que servirá de escenario de la histórica firma.
Según ha declarado el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, la elección de un complejo militar para la reunión responde a la necesidad de elegir una "sede absolutamente segura".
El líder conservador afirmó que existe el peligro de acciones terroristas y que, por tanto, no se debe dejar nada al azar en una jornada que supone "un evento que cambiará el curso de la Historia".
El dispositivo de seguridad prevé que cuatro hospitales romanos estén en alerta máxima, mientras que habrá presencia permanente de equipos médicos especializados en los hoteles de la capital en los que se alojarán algunas delegaciones.
La reunión OTAN-Rusia es el primer acontecimiento de relevancia internacional que organiza Italia desde la cumbre del G-8 de Génova, en julio del año pasado, en el curso de la cual se produjeron violentos incidentes, con un muerto y decenas de heridos y detenidos.
El encuentro precede en dos semanas a la Cumbre mundial de la Alimentación, que se celebrará en Roma entre los próximos 10 al 13 de junio con la presencia de mas de un centenar de jefes de Estado o de Gobierno y la convocatoria de diversas movilizaciones por parte de los grupos antiglobalización.