JERUSALÉN.- El Tribunal Supremo de Israel rechazó hoy jueves el recurso interpuesto por 41 palestinos de la franja de Gaza en el que demandaban que la corte ordenara al Ejército no demoler sus casas.
El tribunal rechazó la petición de los palestinos residentes en esa zona autónoma contra el Ejército israelí, que se comprometió a dar un plazo de 48 horas previo a la demolición, para que pudieran apelar o recurrir a la justicia.
El Ejército considera que en los casos en que se trate de una necesidad operativa "vital para la seguridad de Israel" no se dará ningún plazo y procederá de manera inmediata a la demolición.
Son los casos en que los militares de Israel consideran que desde las casas se ha disparado o se han escondido supuestos terroristas.
La demolición de viviendas palestinas se produce sistemáticamente en territorios autónomos palestinos e incluso en Jerusalén Este, habitada por árabes-israelíes con el pretexto de Israel de que las viviendas se han construido de forma ilegal.
El pasado mes de enero el Ejército demolió mediante excavadoras en una sola noche más de 73 casas palestinas en la localidad de Rafah en Gaza, en una política denominada con el eufemismo de "afeitar", y que dejó a más de 5.000 palestinos sin techo.
A la destrucción de viviendas se añade la devastación de campos de cultivo y de plantaciones enteras de árboles, como palmeras y olivos, una de las principales fuentes de ingresos de la agricultura palestina.
Según, la organización humanitaria israelí Betselem, esta política de "aislamiento" tiene por objetivo la creación de zonas de amortiguación alrededor de los asentamientos judíos y de la bases militares israelíes en la franja de Gaza, a fin de impedir que palestinos armados se acerquen a ellos.
Durante la reciente invasión de Cisjordania, el Ejército demolió numerosas viviendas en el campo de refugiados de Jenín que dejó sin hogar a más de 3.000 personas.