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Guerrilla colombiana intensificó sus ataques

A dos días de las elecciones presidenciales colombianas, los grupos paramilitares han amenazado con boicotear el proceso.

24 de Mayo de 2002 | 19:54 | DPA
BOGOTA.- Los grupos armados intensificaron hoy sus ataques en diversas localidades de Colombia, a menos de 48 horas de que más de 23 millones de ciudadanos concurran a las urnas para elegir a un nuevo presidente.

Pese a que se ya se activó el denominado ’’Plan democracia’’, que cuenta con 212.000 efectivos, los atentados no han cesado en distintas poblaciones, causando cuantiosos daños materiales.

Uno de los ataques más graves se registró en proximidades del municipio de Barboza (noroeste), donde presuntos integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) dinamitaron un puente y derribaron varias torres de conducción de energía eléctrica.

Las acciones contra la infraestructura eléctrica también se extendieron a los departamentos de Arauca (este) y Bolívar (norte), donde varias poblaciones permanecen a oscuras.

En Bolívar, del que Cartagena de Indias es capital, presuntos rebeldes abandonaron un camión cargado con unos 50 kilos de explosivos, obstruyendo el paso entre las localidades de San Jacinto y San Juan Nepomuceno.

El comandante de la Policía en esa región, coronel José Toro, informó además que un grupo armado dinamitó un peaje.

Por otra parte, en los departamentos de Risaralda (centro) y Santander (este) fueron frustrados varios ataques contra obras de infraestructura y estructuras de energía eléctrica y gas natural.

Efectivos del servicio secreto (DAS) y el Ejército de Risaralda evitaron una ola de ataques contra la capital de esa región (Pereira), tras capturar a cuatro integrantes urbanos de las FARC.

Según el reporte, los detenidos poseían planos y unos 30 kilos de explosivos, que pretendían instalar en un viaducto, una central hidroeléctrica y dos torres de energía.

Voceros del gobierno de Risaralda informaron a la cadena radial RCN que fue desactivado un camión bomba en una zona próxima a la localidad de San Clemente.

A su turno, en Bucaramanga, la capital de Santander, tropas de la II Brigada del Ejército frustraron un ataque contra una estación de gas natural que surte a las ciudades de Bogotá, Medellín, Cali y Neiva.

La cercanía de las elecciones, así como las constantes denuncias sobre planes de sabotaje y presiones de los grupos armados, obligaron al presidente Andrés Pastrana a ordenar la militarización de las principales ciudades del país.

Pastrana, quien alertó sobre posibles planes de las FARC de arreciar sus ataques, ordenó el despliegue de un vasto operativo de vigilancia, que incluye controles en los puntos de ingreso a las ciudades, la implantación de la ley seca, restricción al porte de armas de fuego y a la circulación de motocicletas con copiloto.

Pero estas votaciones no sólo se verán salpicadas por los hechos de violencia, sino por denuncias sobre las presiones que vienen ejerciendo los grupos guerrilleros y paramilitares en sus zonas de influencia a favor o en contra de determinado candidato.

La Organización de los Estados Americanos (OEA) fue una de las voces que advirtió acerca de este hecho, a la vez que alertó a los candidatos sobre su seguridad.

En respuesta, los aspirantes presidenciales han tenido que restringir al máximo su actividad proselitista, ante el temor de ser víctimas de un ataque por parte de los alzados en armas.