BOGOTA.- El Presidente electo de Colombia, Alvaro Uribe, anunció este lunes que planea reunirse con líderes de Europa, Estados Unidos, América Latina y las Naciones Unidas para buscar una mediación internacional que permita parar la guerra interna que azota a este país andino.
"Debo conversar con la Unión Europea (...) voy a examinar el tema con nuestros vecinos latinoamericanos, con los Estados Unidos, creo que el órgano competente (para la mediación) debe ser Naciones Unidas", dijo Uribe a la cadena radial Caracol.
"La propia secretaría de Naciones Unidas, apoyada con todos esos países, debe prestarnos el servicio de hacernos esa mediación", insistió Uribe, quien tiene previsto reunirse el lunes con el Presidente conservador Andrés Pastrana y con los candidatos derrotados.
El candidato disidente del Partido Liberal, quien sucederá a Pastrana a partir del próximo 7 de agosto, ganó el domingo las elecciones apoyado en su promesa de enfrentar a la guerrilla izquierdista, recuperar la seguridad e impulsar la economía, en un discurso que tuvo acogida en un país hastiado de la violencia después de los fallidos diálogos de paz.
El político logró, por primera vez desde la reforma constitucional de 1991, cuando se estableció el sistema de la doble vuelta electoral, ser elegido en la primera ronda al obtener 5,8 millones de votos, un 53 por ciento de los sufragios.
Uribe logró capitalizar en su campaña la decepción de los colombianos que vieron cómo el conflicto interno de 38 años, que dejó 40.000 muertos en la última década, escaló a niveles de barbarie pese a los diálogos de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Aunque durante su campaña propuso duplicar el número de efectivos de las Fuerzas Armadas y mantuvo un discurso de línea dura contra los rebeldes, Uribe abrió la puerta para iniciar una negociación con los guerrilleros bajo la mediación internacional y con la condición de que declaren un cese de hostilidades.
Uribe pide apoyo de la clase política
En su campaña, el Mandatario electo dijo que en Colombia se necesita invertir anualmente 1.000 millones de dólares en gastos de defensa y seguridad, pero no explicó de dónde sacaría los recursos.
Actualmente este país de más de 40 millones de habitantes gasta en defensa unos 3.100 millones de dólares al año, un 3,3 por ciento de su PIB, una cifra menor a la de otros países de la región que no están en conflicto interno, como Chile.
Con un mensaje conciliador, el Presidente electo hizo un llamado a la unidad nacional y pidió apoyo a su gestión a los rivales que venció en las urnas, como el liberal oficialista Horacio Serpa, el izquierdista Luis Eduardo Garzón y la independiente Noemí Sanín.
"Yo no me las sé todas, necesito el concurso de sus inteligencias (...) para que esto resulte bien para Colombia", dijo Uribe, un abogado de 49 años, casado y padre de dos hijos, quien fue alcalde de Medellín, gobernador de Antioquia y legislador.
Calificado como autoritario por algunos de sus críticos, Uribe anunció que buscará recuperar la autoridad del Estado combatiendo la corrupción y la politiquería. En su campaña prometió reducir el tamaño del Congreso y cerrar embajadas y consulados innecesarios.
"La autoridad del Estado para obtener respaldo popular necesita apoyarse en el buen ejemplo de la derrota de la corrupción y la politiquería", afirmó el Presidente electo, quien estudió en las prestigiosas universidades de Oxford y Harvard.
El Departamento de Estado de Estados Unidos felicitó a Uribe por su victoria en las elecciones y confió en trabajar estrechamente con su gobierno en objetivos comunes, como la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y la mejora de los derechos humanos para asegurar un futuro próspero a los colombianos.
Washington apoya con 1.000 millones de dólares el Plan Colombia, una estrategia para combatir el narcotráfico, en este país considerado como el primer productor mundial de cocaína.
Uribe reiteró que apoya ese plan, pero pidió el restablecimiento de la interdicción aérea para hacerlo más eficiente.
El Presidente electo admitió que siente angustia por el reto que tiene al frente y dijo que buscará no fallarle a los colombianos que lo apoyaron y creyeron en su propuesta. "Yo le pido a Dios que no me deje defraudar a los colombianos", afirmó.
