LONDRES.- Israel cometió en el 2001 centenares de "homicidios ilegítimos" de palestinos, detuvo a más de 2.000 por razones de seguridad, maltrató y torturó a los detenidos e impuso "castigos colectivos" como el bloqueo de poblaciones y la demolición de más de 350 viviendas en los territorios ocupados.
Así lo denuncia Amnistía Internacional en su informe anual difundido hoy, martes, donde señala respecto a Israel que sus fuerzas de seguridad mataron el pasado año a más de 460 palestinos, de ellos 79 niños.
El informe destaca que "la mayoría de estas muertes fueron homicidios ilegítimos", es decir "cometidos en situaciones que no entrañaban peligro inminente para la vida de otras personas, durante bombardeos de zonas residenciales, controles militares y manifestaciones".
Al menos 32 palestinos fueron víctimas de "ejecuciones extrajudiciales selectivas, en las que también resultaron muertos 15 transeúntes", agrega AI.
AI también reseña que "grupos armados palestinos mataron a 187 israelíes, entre ellos 154 civiles", y de ellos 36 niños, y cita el atentado cometido en junio por un suicida palestino en una discoteca de Tel Aviv, en el que murieron 21 jóvenes.
El documento subraya que desde enero de 2001 el Ejército israelí pasó cada vez más a la ofensiva invadiendo zonas bajo pleno control de la Autoridad Nacional Palestina.
"La Fuerza de Defensa israelí utilizó armamento pesado, incluidos tanques, aviones de combate F-16 y buques de guerra, para bombardear" zonas palestinas, agrega el informe de Amnistía.
También denuncia que las fuerzas israelíes "mataron e hirieron, con municiones de alta velocidad y balas metálicas revestidas de goma, a manifestantes que estaban arrojando piedras o cócteles molotov".
"Entre las armas empleadas contra los palestinos cabía señalar morteros, lanzagranadas y piezas de artillería que disparaban proyectiles con dardos de acero de cinco centímetros de longitud", añade.
Entre los ejemplos que ilustran los abusos israelíes se cita el caso de dos mujeres y una niña beduinas en la franja de Gaza que perdieron la vida cuando un tanque israelí disparó contra su tienda de campaña un proyectil de 120 milímetros cargado de hasta 2.000 dardos de acero. El Ejército israelí admitió finalmente que había sido "un error".
Entre los "castigos colectivos" al pueblo palestino, AI reseña que durante todo el año pasado se prohibió a los habitantes de la franja de Gaza -cerca de un millón y medio- pasar a Israel, a Cisjordania y Jerusalén, y en algunas zonas palestinas se impidió la entrada a los no residentes.
En Cisjordania, las carreteras que conducían a las ciudades y poblaciones palestinas fueron bloqueadas repetidas veces por barreras de tierra, bloques de cemento y zanjas profundas.
Los palestinos no pudieron viajar por determinadas carreteras de los territorios ocupados, y al menos 29 personas murieron por los retrasos impuestos en los controles militares israelíes que les impidieron llegar a tiempo a hospitales, denuncia el informe de AI.
Como ejemplo de esta práctica israelí se cita la muerte de un recién nacido que falleció después de que a su madre, Fatima Abed Rabo, que estaba de parto, le impidieran los soldados llegar a un hospital de Belén.
"La brutalidad policial fue una práctica generalizada", señala otro punto del informe, que señala que "los palestinos detenidos informaban a menudo de haber sido torturados y maltratados mientras los interrogaban".
Al terminar el año, "al menos 40 personas estaban sometidas a detención administrativa", es decir, sin juicio,agrega el texto, que señala que también fueron encarcelados al menos 33 israelíes objetores de conciencia.