HUNTSVILLE, EE.UU.- Un hombre que asesinó a un empresario para robarle su automóvil fue ejecutado hoy con una inyección letal en el estado de Texas, informaron fuentes de la penitenciaría de Huntsville.
Napoleon Beazley, de 25 años, de raza negra y condenado a muerte por el asesinato de John Lutwig, recibió la sustancia letal tras fracasar todos los esfuerzos legales por salvarle la vida.
Detractores de la pena de muerte, nacionales e internacionales, habían señalado que Beazley no debía recibir el castigo pues había cometido el crimen cuando sólo tenía 17 años.
Beazley declinó hablar antes de recibir la inyección, pero había escrito una declaración final en la que admitió que su crimen "no sólo fue abyecto sino que no tuvo sentido".
Agregó que moría triste por no haber tenido otra oportunidad y pidió clemencia en favor de otros asesinos que esperan en los corredores de la muerte de los 38 estados que aplican la muerte en el país.
"Hay muchos hombres como yo en el corredor de la muerte, hombres buenos que han sido víctimas de emociones mal guiadas. Dénles una oportunidad", dijo.
"Esta noche nadie gana. Esto no pone punto final a nadie. Nadie se marcha victorioso. Esta noche decimos al mundo que para la justicia no hay segundas oportunidades", expresó.
Además de señalar que su edad cuando cometió el crimen era un factor que debía ayudar al perdón, sus partidarios afirmaron que Beazley fue condenado a muerte por un jurado totalmente blanco.
La suerte de Beazley quedó echada en las últimas horas de hoy cuando el Tribunal Supremo de Estados Unidos, la Junta de Perdones de Texas y el gobernador del estado, Rick Perry, rehusaron suspender la ejecución.
"Aplazar el castigo sería aplazar la justicia", dijo Perry.
Beazley, el ejecutado número 14 este año en Texas, mató a balazos a Luttig, de 63 años, cuando trataba de robarle su automóvil en la ciudad de Tyler el 19 de abril de 1994.
