BOSTON, EE.UU.- El cardenal Bernard D. Law reasignó en 1998 a otra parroquia a un tercer sacerdote a pesar de que la archidiócesis sabía que había sido acusado de pederastia, dijo hoy el diario "The Boston Globe" citando documentos eclesiásticos.
En meses recientes, se han multiplicado las denuncias sobre abusos sexuales de sacerdotes católicos en EE.UU., y las quejas por la forma en que la jerarquía eclesiástica ha protegido a sus clérigos, transfiriéndolos a otros puestos a sabiendas de su conducta.
Según los documentos citados por el rotativo, entre 1990 y 1996 la archidiócesis recibió por lo menos 13 quejas por la supuesta conducta sexual inapropiada del sacerdote Ronald Paquin, que llevaron a un arreglo financiero sustancial con los acusadores.
Las denuncias arrojan detalles sobre la forma en que Paquin seducía a los niños con obsequios y licor antes de manosearlos y violarlos oralmente. Debido a esas acusaciones, la Iglesia hizo pagos a sus víctimas, publica el diario.
"La conducta del sacerdote fue tan repugnante y la pauta de abusos tan clara, que una junta eclesiástica de revisión y un asistente de alta jerarquía del cardenal Law instaron a que se suspendiera a Paquin del sacerdocio", agrega.
Sin embargo, añade, "luego cambiaron de idea e indicaron que debía dársele otra oportunidad".
En 1990, después de años de advertencias sobre los supuestos abusos de Paquin contra niños, la archidiócesis lo sacó de su cargo de párroco asociado en la iglesia de San Juan Bautista, en Haverhill, y lo envió para tratamiento al vecino estado de Maryland.
Los documentos que cita el periódico muestran que en 1998 el cardenal Law permitió que Paquin retornara al servicio, esta vez como capellán en un hospital de Cambridge.
