JERUSALEN.- El Ejército israelí comenzó a retirarse de Belén este jueves después de cuatro días de ocupación, mientras que en el Estado hebreo la amenaza de nuevos atentados provocó un nerviosismo extremo entre los ciudadanos y varios incidentes entre soldados y palestinos.
La tensión va en aumento al mismo tiempo que la diplomacia internacional multiplica sus visitas a Medio Oriente con la esperanza de rescatar a la región de la vorágine de violencia.
Según responsables estadounidenses, las perspectivas de impulsar la negociación siguen siendo pocas y la celebración de una conferencia internacional sobre Oriente Medio es todavía incierta.
"El mes de junio está descartado", aseguró este jueves un responsable estadounidense, mientras que fuentes del gobierno israelíes opinaban que la reunión se celebrará hacia octubre en un lugar que todavía todavía desconocido.
Las fuerzas israelíes iniciaron este jueves a la tarde su retirada de Belén (Cisjordania) ciudad que ocupaban desde el lunes, declaró a la AFP un portavoz del Ejército y varios testigos palestinos.
Durante su operación en la región de Belén, destinada a "destruir las infraestructuras terroristas", el Ejército arrestó a decenas de palestinos, entre ellos el jefe en la región de las Brigadas de mártires Al Aqsa, grupo armado escincido del Fatah, al que pertenece el presidente palestino, Yasser Arafat.
En las últimas 48 horas, las fuerzas de la policía israelí están en estado de alerta máxima debido a la amenaza constante de atentados suicida. Los controles se multiplicaron en las grandes ciudades, sobre todo en Jerusalén, donde se registraron atascos impresionantes.
Al sureste de Kalkiliya (Cisjordania), dos colonias, Paduel y Alei Zahav, estaban en estado de alerta ya que el Ejército israelí creyó ver a un palestino armado a las afueras del lugar y sigue buscándolo.
Por otra parte, la policía y el Ejército entraron en el campo de refugiados de Chuafat y en la ciudad de Anata, al norte de Jerusalén, a la búsqueda de un palestino que se disponía, según la policía, a llevar a cabo un ataque suicida. El portavoz del Ejército, Gil Kleiman, anunció un toque de queda indefinido en Anata y Chuafat.
Además, siete palestinos resultaron heridos por disparos israelíes cuando intentaban salir o entrar de Ramallá, ciudad que el Ejército israelí sigue cercando.
Diez palestinos fueron detenidos en incursiones de los soldados del Estado hebreo en Hebrón (sur) y el pueblo de Farun, cerca de Tulkarem (norte).
En medio de esta tensión, la diplomacia comenzó a actuar con una fuerza cada vez mayor en la región.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán Joschka Fischer se reunió en Jerusalén con el primer ministro israelí Ariel Sharon, sin que se divulgaran los detalles de su encuentro.
Fischer viajó posteriormente a Ramalá, para reunirse con Arafat, que también recibió la visita del subsecretario de Estado norteamericano para Oriente Medio, William Burns, que inició una gira por la región en El Cairo la víspera.
"He visto con mis propios ojos los problemas humanitarios a los cuales se enfrentan diariamente los palestinos y creo que ha llegado el momento de poner fin al sufrimiento de los palestinos y los israelíes", explicó Burns el miércoles tras reunirse con el presidente egipcio Hosni Mubarak.
Washington apuesta por una estrategia en tres fases para poner fin a la violencia e impulsar las negociaciones: relanzar el proceso político para llegar a una solución basada en dos Estados: israelí y palestino, apoyar la creación de instituciones palestinas fuertes para poner las bases de un Estado y asegurar una acción palestina eficaz en materia de seguridad.
Burns está encargado de los dos primeros puntos mientras que el tercero será apoyado por el responsable de la Agencia central de inteligencia estadounidense (CIA), George Tenet, que llegará a la región el lunes.
La gira en la región del Alto Responsable europeo de política exterior, Javier Solana, tiene objetivos idénticos a los de los estadounidenses.
Parece que las presiones internacionales sobre el presidente palestino parecen dar sus primeros frutos: Arafat promulgó el miércoles la Constitución palestina y deberá anunciar en breve una reforma de los servicios de seguridad. Queda pendiente fijar una fecha para las elecciones legislativas y presidenciales.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP) indicaron este jueves que declinaron la oferta de Arafat para participar en un futuro gobierno palestino.
Por otra parte, una judía israelí -Marina Pinski, de 26 años-, y su esposo de origen palestino -Ibrahim Sarahna, de 33 años-, recientemente detenidos, reconocieron que condujeron al lugar del atentado al kamikaze que se hizo estallar el 22 de mayo en Rishon le Zion, cerca de Tel Aviv, matando a dos personas, indicó el jueves la presidencia del Consejo israelí en un communicado.
Ese atentado fue reivindicado por las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, grupo armado relacionado con el Fatah, el movimiento de Arafat.