BUENOS AIRES.- Tras conseguir la derogación de la ley de "subversión económica", el Presidente Eduardo Duhalde reforzó sus presiones a los gobernadores para que disminuyan drásticamente el déficit fiscal, otro de los requisitos impuestos por el FMI para aportar ayuda financiera.
Se trata del último eslabón de una cadena de requisitos que exige el FMI para acordar con el país un paquete de fondos frescos que le den oxígeno y le permitan hacer frente a la peor crisis de la historia.
El secretario general de la presidencia, Aníbal Fernández, manifestó este viernes que en el corto plazo el gobierno tendrá "respuestas" del FMI y desestimó que el organismo vaya a imponer más requisitos antes de aportar ayuda financiera.
"Se comprometieron a que fueran solamente los puntos que se habían exhibido los que se reclamaran oportunamente", dijo Fernández refiriéndose a los requisitos del FMI. "Una vez firmados los acuerdos con las provincias tendríamos que tener respuestas", explicó.
El Fondo ha exigido la modificación de una ley de quiebras, la derogación de la denominada ley de subversión económica y la reducción del 60% del déficit fiscal de las 24 provincias argentinas.
Argentina busca que el FMI le otorgue unos 9.000 millones de dólares para estabilizar la economía, en terapia intensiva tras cuatro años de recesión y una moneda que perdió el 70% de su valor en los últimos cinco meses.
La crisis económica ha ahondado además las dificultades sociales. De acuerdo con cifras oficiales, la mitad de los 36 millones de argentinos vive en la pobreza y más del 20% está desempleado.
El gobierno consiguió el jueves por la noche que el Senado derogara la ley de subversión económica, una norma de los años 70 que castiga maniobras culposas o dolosas realizadas en perjuicio de la economía nacional o del patrimonio de empresas.
Con anterioridad ya había logrado reformar la norma de quiebras y ahora le resta convencer a 16 de los 24 gobernadores para que sellen el pacto fiscal.
Sólo ocho lo han firmado y entre las provincias que aún restan por hacerlo están dos de las tres más importantes y poderosas del país: Buenos Aires y Santa Fe. Córdoba ya se comprometió a reducir el desequilibrio fiscal.
El gobierno confía en que antes de tres semanas podrá llegar a un acuerdo con el FMI. En diciembre pasado el organismo congeló el envío de fondos por los constantes incumplimientos de las metas pactadas y tras la decisión argentina de suspender el pago de su abultada deuda externa de 141.000 millones de dólares.
El Presidente Eduardo Duhalde había decidido dejar su cargo si el Senado no sancionaba la derogación de la ley de subversión económica, según reveló en una entrevista al diario "La Nación".
"Si no se aprobaba la ley, renunciaba", expresó. "Si no se derogaba, la verdad es que yo no me podía quedar ni un minuto más en el gobierno. Esto es así", confesó.
No es la primera vez que Duhalde, cuyo poder político se ha debilitado incluso dentro de su mismo partido peronista, amenaza con renunciar.
El lunes pasado, en una reunión que mantuvo con los gobernadores de su partido, advirtió que dimitiría si no consigue cumplir con los requerimientos del FMI; y la semana pasada había manifestado públicamente su intención de alejarse del poder.
Tras una crisis económica y social que desencadenó la renuncia de su predecesor electo Fernando de la Rúa, Duhalde fue consagrado presidente en enero pasado por una Asamblea Legislativa. Su mandato expira en diciembre de 2003.