BUENOS AIRES.- El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) de Argentina informó que sólo en un mes aumentó en un cuatro por ciento el costo de la vida en ese país. Esta declaración hace que la inflación acumulada alcance el 25,9 por ciento.
La inflación, que se produce en medio de un proceso de recesión que lleva cuatro años, es uno de los problemas que más preocupa al Gobierno, que había previsto que el aumento del costo de vida sería del 15 por ciento para todo el año. Este repunte inflacionario lleva cada mes a unos 100.000 argentinos a la pobreza, en la que ya está casi la mitad de los 36 millones de habitantes del país.
Si en mayo del año pasado el índice de precios al consumidor (IPC) del país transandino se encontraba más o menos de forma normal, este año ha aumentado en un 23 por ciento. La información oficial señaló que los precios mayoristas aumentaron el 12,3 por ciento en mayo respecto a abril y el 80,8 por ciento en lo que va de año.
El uno de enero pasado, el presidente argentino, Eduardo Duhalde, acabó con el esquema de convertibilidad que rigió en el país durante casi 11 años. Desde entonces, el peso, que estaba atado a una paridad de ’’uno a uno’’ frente al dólar estadounidense, perdió más de dos tercios de su valor en relación con la divisa norteamericana.
El aumento del coste de vida en mayo fue más bajo del que habían calculados organizaciones privadas. Según la consultora M&S, la inflación de mayo iba a situarse en torno al 5,8 por ciento, mientras que para la asociación de consumidores Adelco el aumento del coste de vida llegaría al siete por ciento.
Según algunos analistas la amplia disparidad entre los dos indicadores se debe a la fuerte participación de los servicios públicos en el índice de precios minoristas, cuyas tarifas están congeladas por decisión del gobierno.
Hasta el gobierno admite que las oscilaciones de la canasta básica familiar son reflejadas de forma más fiel por la inflación mayorista.