MANILA.- El misionero estadounidense Martin Burnham murió y su esposa Gracia resultó herida pero fue rescatada el viernes tras un fuerte enfrentamiento entre el ejército filipino y la guerrilla musulmana que mantuvo a la pareja secuestrada por más de un año, dijeron las autoridades.
Una enfermera filipina que también era rehén de la guerrilla Abu Sayyaf -que tiene vínculos con la red Al Qaeda- también murió en el tiroteo, dijo en una declaración la Presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo.
"Estoy profundamente entristecida por la muerte de Martin Burnham y uno de los nuestros, Ediborah Yap, quienes murieron en un encuentro entre nuestras tropas y Abu Sayyaf tras más de un año en cautiverio", dijo Arroyo.
"Los terroristas no saldrán impunes de esto. No pararemos hasta que se acabe Abu Sayyaf", dijo.
La esposa de Burnham, Gracia, se recuperaba en un hospital de una herida de bala en la pierna, dijo a la radio local el portavoz militar filipino, brigadier general Eduardo Purificacion.
Un funcionario dijo a Reuters que el combate tuvo lugar en área Zamboanga del Norte de la isla Mindanao.
No se ofrecieron otros detalles del enfrentamiento, pero algunos oficiales del ejército filipino dijeron que cuatro rebeldes habían muerto en el enfrentamiento y que las tropas también habían sufrido bajas.
Al preguntársele si el tiroteo había comenzado después que fracasó un intento de rescate, Purificacion sólo dijo: "Era parte de nuestras operaciones deliberadas".
Los Burnhams, de Wichita, en el estado norteamericano de Kansas, llevaban más de 18 años de matrimonio, y formaban parte del grupo de tres estadounidenses secuestrados por Abu Sayyaf en mayo del año pasado en una instalación turística cerca de la isla Palawan.
Los rebeldes decapitaron al otro estadounidense, el turista Guillermo Sobero, en junio del año pasado, y los Burnhams fueron conducidos al bastión de los guerrilleros en la jungla, la isla Basilan, a unos 900 kilómetros al sur de la capital, Manila.
El jefe del ejército filipino, Roy Cimatu, dijo a la prensa que las tropas estadounidenses que actualmente entrenan a sus colegas filipinos en el enfrentamiento a la guerrilla en Basilan no habían participado en el tiroteo en el que murieron Burnham y Yap.
Arroyo envió sus condolencias a las familias de los Burnhams y de Yap, y aseguró que el ejército había hecho todo lo posible para tratar de preservar sus vidas.
"Nuestros soldados hicieron lo más que pudieron para contener su fuego por la seguridad de ellos. Habíamos esperado y rezado por su regreso, sanos y salvos", dijo.
El grupo Abu Sayyaf dice estar luchando por un estado musulmán independiente en el sur de las Filipinas, de mayoría católica, pero su principal ocupación parece ser la práctica de secuestros a cambio de rescates.